La CHE paraliza la tala de chopos del río Bayas

Ó.C.
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No cortará los árboles del puente de la carretera Logroño a la desembocadura. El organismo involucra al Ayuntamiento en la búsqueda de alternativas

La CHE paraliza la tala de chopos del río Bayas

La Confederación Hidrográfica del Ebro tenía antes del verano un claro objetivo en el río Bayas, pero tras tres meses de trabajo ha cambiado de opinión. El plan establecía talar los chopos desde el puente de la línea ferroviaria Madrid-Irún hasta su desembocadura en el Ebro. Sin embargo, el organismo regulador paraliza la actuación y reconoce que desde la carretera Logroño hasta la confluencia de los dos cauces «se dejará como está», a la espera de encontrar una nueva solución en la que pretenden involucrar al Ayuntamiento de Miranda, porque el problema continuará.

En el Consistorio indican que están a la espera de mantener una próxima reunión, aunque el responsable de Medio Ambiente, Unai Letona, reconoce que antes que dejar la ribera sin arbolado «y si no hay peligro para las personas, mejor que lo dejen como está». La Confederación sostiene que pactó con la administración local el frenazo del proyecto «para no crear un impacto visual tan grande».

De la cita entre ambas administraciones puede salir una solución para hacer un proyecto de recuperación más amplio en la ribera del Bayas, aunque en este aspecto habría que cuadrar en qué términos quedaría la financiación. En cualquier caso, la CHE remarca que los chopos repartidos en ambas las orillas hasta la desembocadura no corresponden a una especie autóctona, por lo que desde un punto de vista medioambiental, hay que eliminarlos. Además queda pendiente en el último tramo del río la problemática de los numerosos troncos caídos, una cifra que irá en aumento por la fragilidad de esta especie, que causa muchos restos que dificultan desagüe en episodios de crecidas.

Además, hay que recordar que la chopera «era ilegal», puesto que la plantación para el aprovechamiento maderero se realizó sin los permisos. La tala sí que se ha ejecutado aproximadamente en la mitad del trazado previsto y la Confederación aclara que en esta parte más próxima a las vías del tren «había un mayor peligro», para los viandantes pero sobre todo para dos líneas eléctricas que pasaban junto a los ejemplares eliminados, que caen con facilidad porque sus raíces no profundizan mucho. 

En un primer momento, los 30.000 euros destinados a la tala no incluían nuevas plantaciones, aunque la CHE reconoce que tras el parón, «antes de Navidad se repoblará toda la zona con 200 ejemplares autóctonos». Por delante también queda una última tala cerca del puente del Bayas para eliminar uno últimos chopos cercanos a la línea eléctrica y esta semana pretenden quitar los restos de la poda. Los trabajos tenían un periodo de duración de tres meses y este de noviembre finalizaba el plazo, con la mitad de la zona sin tocar.

Vecinos. La Confederación remarca que el motivo por el que ha parado está relacionado con las quejas vecinales. La zona supone un paseo para muchos vecinos, que observan cómo ha quedado una parte de las riberas. «Ahora quedan muchos troncos y ramas tiradas y para dejarlo bien va a costar mucho », afirma Pedro en el puente de la carretera Logroño.

La sensación de abandono que hay en la actualidad la critican el resto de viandantes consultados, que demandan, como hace Carmen, que «lo que tienen que hacer ahora es limpiar todas las orillas y plantar nuevos árboles». La eliminación de los restos de la tala aparece como una de las primeras preocupaciones, porque «si se lleva todos los restos una riada los arrastra hasta hacer un tapón en la desembocadura», afirma José Luis.

Emperatriz, otra de las paseantes, sostiene que «el río tiene que tener árboles y pienso que se han pasado un poco». En su opinión, «ahora estaría bien que harían caminos en todas las riberas», pero junto a ella Mila lamenta que «en esta ciudad hacen y hacen  y no lo terminan nunca. Podían crear nuevos paseos».