Nuevo intento para cambiar fechas de la feria taurina

I.M.L.
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Las peñas arandinas, menos una, insisten a los portavoces de los grupos municipales para que la modificación se haga este año.

Nuevo intento para cambiar fechas de la feria taurina

Representantes de ocho de las nueve peñas de la capital ribereña se han reunido con los portavoces de los grupos municipales del nuevo Ayuntamiento arandino para recordarles la solicitud que hicieron de que se modificasen las fechas de celebración de la feria taurina con motivo de las fiestas patronales. Una propuesta que parte del empresario del coso cubierto y que estos colectivos apoyan por considerar que habría un incremento en el número de espectáculos taurinos.

Según las actuales condiciones, el propietario de la plaza de toros está obligado a ofrecer festejos taurinos, es decir, corridas de toros o rejones, el Día de la Función, el lunes y martes, que son festivos locales, y el segundo sábado de fiestas. En la propuesta se contempla que el primer domingo se programe una corrida, el lunes una cita con los rejones, el martes una novillada picada, el viernes el Gran Prix, y el sábado y domingo sendas corridas. De esta forma, habría dos citas más de las estipuladas en el coso, aunque la novillada picada y el Gran Prix no se consideran festejos taurinos.

Los portavoces de los grupos políticos acudieron a escuchar a los peñistas sin posicionarse sobre la propuesta, a la espera de que los servicios técnicos del Ayuntamiento elaboren los correspondientes informes. La modificación se plantea que se haga de manera puntual, tan solo por este año, a modo de prueba para comprobar la idoneidad de la nueva programación taurina, antes de llevar a cabo un cambio definitivo en las condiciones del contrato.

En una primera impresión, fuentes municipales apuntan a que podría ser factible aprobar este cambio para este próximo septiembre, aunque los plazos son más que justos para poder llevarlo a cabo. La propuesta, con los correspondientes informes técnicos, tendría que valorarse en una Comisión Informativa de Contratación para, después, elevarla a pleno, donde tendrían que ser los votos de los concejales los que la aceptasen o no. Esta modificación ya se llevó al último pleno ordinario en la anterior corporación, pero se quedó sobre la mesa sin debatir.