La Federación de Empresarios de Comercio (FEC) ha venido realizado sondeos y observatorios periódicos de las consecuencias económicas de la pandemia en su sector. Sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando ha elaborado su censo anual de altas y bajas, que arroja un saldo negativo con el cierre de 107 puntos de venta respecto a la cifra de 2019, cuando se contabilizaban 2.165 establecimientos abiertos. En aquel momento se perdieron también un centenar (111) respecto al ejercicio anterior, aunque ahora los principales cambios se han dado en las actividades.
Si hace dos años era la alimentación el subsector que más tiendas había perdido, en esta ocasión es el del equipamiento de la persona, principalmente el textil, el que ha sufrido los peores efectos de la crisis sanitaria por las restricciones sociales. De hecho, de esas 107 clausuras, 71 corresponden a este último (una treintena son exclusivos de ropa), mientras que el resto se reparte entre el equipamiento del hogar (-36) y el de alto componente de servicio (-10), sobre todo el relacionado con las droguerías, perfumerías o fotografía.
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