La cárcel de Burgos eludió a 'El Ruso' al no estar preparada

F.L.D.-AGENCIAS
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El pasado jueves estaba previsto su paso por la prisión en su camino hacia Zuera (Zaragoza), pero se canceló en el último momento. El domingo agredió a cuatro funcionarios en Dueñas

Igor El Ruso, a su llegada ayer a la Audiencia de Teruel. - Foto: J.Escriche.POOL Europa Press

A Norbert Feher, exmilitar serbio conocido como Igor El Ruso, le esperaban con cierto temor hace una semana en la cárcel de Burgos. A la prisión había llegado la comunicación de que el jueves pasado a mediodía iba a hacer ‘escala’ de tres días en su traslado desde la cárcel de Dueñas (Palencia), a la de Zuera (Zaragoza), pues ayer se iniciaba el juicio contra él en la Audiencia de Teruel por el triple crimen de 2017 en Andorra, cuando, según su propia confesión, acabó a tiros con la vida del ganadero José Luis Iranzo y de los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero. 

Ni funcionarios ni equipo directivo confiaban en las medidas de seguridad de que dispone el centro penitenciario burgalés para contener la ira de un recluso como El Ruso. La misma mañana del jueves se mueven los hilos para que Instituciones Penitenciarias reconsidere su decisión y opte por la conducción especial y directa, ya que en otros cambios de destino había generado altercados. Cuatro días después, el domingo, el triple asesino confirma los temores generados en Burgos, pues agredió a cuatro funcionarios de la cárcel de Dueñas tras negarse a abandonar su celda para viajar a Zaragoza. 

Acaip, Apfp y UGT denunciaron lo ocurrido ese mismo día. El recluso causó lesiones con un azulejo a los cuatro empleados públicos después de que acudieran a su celda para sacarle e iniciar el traslado a la prisión de Zuera. El interno, clasificado como extremadamente peligroso y con un amplio historial de incidentes regimentales, se negó a abandonar voluntariamente la celda para ser conducido a los tribunales.

Ante esta actitud se personaron en el departamento los jefes de Servicio para convencerlo de que saliera pacíficamente, aunque no lo consiguieron. Es más, les amenazó con que si entraba algún funcionario para sacarlo lo «mataría», ya que sus muertes «le salen gratis».

A las 9.15 horas del domingo un numeroso contingente de funcionarios, pertrechados con los equipos de intervención, accedieron a la celda, momento en el que se El Ruso se abalanzó sobre ellos con un trozo de azulejo afilado y consiguió agredir a cuatro de ellos. Tras un gran forcejeo, consiguieron reducirlo con la «fuerza mínima imprescindible» y le trasladaron al departamento de ingresos para proceder a su conducción.

Los funcionarios tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos de diferentes contusiones y acudieron a urgencias para valoración de sus lesiones. «La profesionalidad de los funcionarios ha evitado una tragedia, pero cada día queda más claro que es cuestión de tiempo que esto ocurra, y que, tanto la secretaria general de Instituciones Penitenciarias como el Ministerio del Interior, no están haciendo el más mínimo esfuerzo para tratar de evitarlo», añadían los sindicatos.

En su declaración ayer en la Audiencia de Teruel afirmó que disparó a los guardias civiles porque tenía que salvar una Biblia que llevaba dentro una mochila que había dejado en el vehículo que robó al ganadero José Luis Iranzo, y con el que pretendía huir.