Al salir, un gracias y una flor

P.C.P.
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Un mayorista de Pentasa 3 y cuatro floristerías confeccionan ramos con la mercancía no vendida para los sanitarios del HUBU

Al salir, un gracias y una flor - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El teléfono de Daniel Manzano no ha sonado ni una vez en toda la semana. «No he vendido ni un tallo de flor», asegura, pese a trabajar con prácticamente todos los comercios del gremio en Burgos. Todo el género que acumulaba en las cámaras de sus naves de Pentasa 3 iba a  ir a la basura pero ha acabado en las mejores manos, esas en las que estamos todos siempre pero de las que solo nos acordamos cuando truena, las del personal sanitario.

La situación del sector es crítica, como mucho otros, y aunque podrían mantener los envíos a domicilio, parece que nadie tiene ganas de regalar flores.«El consumo es cero», explica el gerente de Flobur, que también reconoce que les ha perjudicado muchísimo las restrictivas, aunque lógicas, medidas impuestas en los tanatorios y funerales. Al limitarse los velatorios y entierros a la más estricta intimidad, se pierde otra parte importante del negocio.Y de la tercera pata, las bodas y celebraciones familiares, mejor ni hablar.

Pese al negro panorama, hay quien conserva la voluntad y las ganas de tener un gesto con el vecino. Así que desde Flobur pensaron en transformar ese aplauso que desde los balcones se da a los sanitarios cada tarde en un ramo de flores. Y  se pusieron manos a la obra con la ayuda del personal de cuatro floristerías de la capital burgalesa: Musaflor, Julia, La Villa Verde y Mari Carmen.

El jueves comenzaron a confeccionar cientos de ramos con todas las flores y plantas ornamentales que se habían quedado sin vender a causa de la crisis del coronavirus y ayer por la mañana, a partir de las 14.20 horas, se apostaron en la puerta de acceso para el personal del Hospital Universitario de Burgos y agasajaron a todos los trabajadores que por allí salían, en algunos casos extenuados por el esfuerzo de otra durísima jornada, con un bello recuerdo y una sonrisa.

«Ha sido muy emocionante y todos los han agradecido», afirma el gerente de la mayorista de flor cortada y planta ornamental, que tiene previsto repetir la experiencia el lunes, con el personal de los centros de salud. Cuando ya no queden ramos, tocará pensar en el futuro. De momento, se da de baja en la actividad y ha hecho un ERTE para el empleado que tiene. «Llevamos 15 años y esperamos seguir muchos más», afirma optimista.