Piden apoyo para estudiar los restos del dolmen de Reinoso

S.F.L.
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Con la ayuda económica, los arqueólogos podrán descifrar enigmas de unos 100 individuos

El director de las excavaciones, Manuel Rojo (camiseta azul), muestra a las autoridades una de las maquetas en el museo de la torre de Reinoso. - Foto: S.F.L.

El equipo científico dirigido por el catedrático de Prehistoria y responsable del Instituto de Promoción Cultural Arcadia de la Universidad de Valladolid (UVa), Manuel Rojo Guerra, pretende dar un paso más en las investigaciones del dolmen El Pendón de Reinoso. Con la intención de averiguar el origen de los restos óseos localizados de más de un centenar de individuos, el arqueólogo ha solicitado al Ministerio de Ciencia e Innovación una ayuda económica.

En el supuesto de recibir una aportación -pronto recibirán noticias- el proyecto de la excavación «podría dar un giro importante», asegura Rojo, que tiene intención de ejecutar un estudio comparativo del monumento megalítico burebano con otro ubicado en la provincia de Soria «para llegar a entender a la gente que allí descansa», aclara.

A partir de ahí, las investigaciones no solo se centrarán en excavar y analizar los vestigios sino que el nuevo proyecto pretende «realizar análisis isotópicos de carbono e hidrógeno, osteológicos y genéticos para conocer su lugar de origen, si se trataba de una población local exogámica que se movía por el territorio y qué relaciones mantenían con los individuos que fueron enterrados en monumentos similares», explica el arqueólogo, que confía en recibir una respuesta por parte del Gobierno antes de comenzar con la sexta campaña  ininterrumpida de investigación, el 5 de julio.

Los trabajos realizados hasta la fecha han permitido reconstruir la compleja biografía de este dolmen que originalmente creen que tuvo unos 25 metros de diámetro y cerca de tres de altura. Su devenir temporal engloba dos momentos principales de utilización: un primero de cronología neolítica, que se corresponde con la fase de construcción y primeros usos funerarios del sepulcro; y un segundo, ya a inicios del periodo de la Edad de Bronce, en el que se ha documentado un complejo proceso de remodelación y clausura que tuvo como resultado la completa transformación del monumento, tanto en su faceta arquitectónica como su funcionalidad y significación socio-cultural.

Pasó de ser una tumba a un lugar de rituales. «Tenemos constancia de que en el dolmen de Reinoso se celebró un banquete porque hemos encontrado restos roídos de articulaciones de una vaca y un cerdo con cortes provocados por un silex. Lo más curioso es que hemos llegado a la conclusión de que con esos huesos alimentaban a sus perros porque en los análisis aparecieron también marcas de dientes de estos animales», asegura Rojo.

Los datos avalan la riqueza de este monumento funerario y el número de cráneos localizados supera ya el medio centenar y el total de restos humanos alcanza los 12.000. El buen estado de conservación del conjunto óseo ha permitido al equipo recuperar ciertas partes esqueléticas que normalmente no se conservan e identificar diversas patologías, como el caso del cráneo de una mujer mayor de alrededor de 50 años, que presenta dos perforaciones en las mastoides y que se «cree que pudo ser el primer ser  intervenido para solucionar problemas de otitis en el oído medio», afirma el arqueólogo.

En el museo ubicado en la torre de Reinoso, inaugurado ayer, podrán verse réplicas idénticas de los restos más curiosos y las maquetas del antes y del después de las excavaciones en el dolmen. Al acto acudieron varias personalidades de la Junta, de la Diputación y numerosos vecinos de los alrededores.

Visitas guiadas por arqueólogos. El equipo de arqueólogos dirigido por Manuel Rojo ofrecerá visitas guiadas diarias durante el mes de julio a todos los interesados en conocer el monumento megalítico y el museo de Reinoso. La gran cantidad de turistas que desde que comenzaron las excavaciones se acercan al área donde se ubica el dolmen ha provocado que el Ayuntamiento y Rojo hayan optado por centralizar el horario de los encuentros de 19 a 20 horas.

Según aclara el arqueólogo, se pretende cobrar un importe simbólico de un euro por la visita «porque hay que dar un valor a las cosas. El precio incluirá además una postal con un dibujo esbozado por la artista Ana María Sebastián», explica. Los interesados en recibir las explicaciones del director de las investigaciones o de otros miembros del equipo deberán acercarse hasta el monumento prehistórico, que se sitúa en lo alto de una colina a la que se puede acceder en vehículo a un kilómetro del municipio.

El recorrido comenzará en el entorno del dolmen, donde el público comprobará como realizan los expertos los trabajos e incluso podrán observar algunos de los restos óseos o materiales que aparezcan. A continuación la visita se trasladará hasta el museo, en el que a través de un vídeo recibirán información extra sobre las indagaciones. Asimismo, Rojo se prestará voluntario para resolver todas las dudas que puedan surgir. Se trata de una actividad enfocada tanto para niños como para adultos.