Hay mil y una razones para cruzar el puente de la Constitución a la Inmaculada en la provincia. Sus atractivos son suficientes para atrapar a los visitantes. Pero algunos pueblos tienen alma de seductores y se afanan en ello. Covarrubias, además de vestirse de Navidad con adornos luminosos que imprimen una magia renovada a sus calles y casas de piedra, propone dos citas para aumentar su interés: una Feria de Antigüedades, que ocupa las viejas escuelas y vive su última jornada hoy (de 11 a 14.30 y de 17 a 20 horas), y un Mercado Navideño, en la Sala Valle del Arlanza, que se alargará hasta el 5 de enero (de 12 a 15 y de 17 a 21 horas, cerrado del día 12 al 16 y del 19 al 22 y el 25 y 1 de enero).
Candelabros de forja, botas de vino, imanes de cerámica, cuadros con flores secas, casetas para pájaros con madera serigrafiada, pulseras de cuero, el libro de Silberius de Ura, cestos o joyería se extienden en los puestos que animan el Mercado Navideño, orquestado por la Asociación de Artistas y Artesanos Cáscara de Nuez, que ya se ha convertido en una tradición en este municipio del Arlanza.
«La gente del pueblo ya lo espera cada año, da un ambiente navideño muy bonito y es un aliciente para el turismo», explica Estefanía R. Moneo, artesana joyera de El Roble Azul y miembro de la organización, al tiempo que asegura que las expectativas de venta son altas. «El puente ya está siendo más fuerte que otros años», aprecia convencida de que la hasta ahora falta de lluvias propicia esa ebullición.
Artesanos propios y ajenos dan vida a esta navideña tradición. Llaveros, espejos o llamadores de puerta tradicionales y contemporáneos se extienden en el estante de forja de Metalmorfosis, con taller en Cardeñadijo, uno de los artesanos invitados. Son viejos conocidos. Y están encantados de volver. «Es un escaparate muy bonito y se crea un ambiente estupendo», indica Pilar Prieto.
El universo de la pieza única da paso a la nostalgia a escasos metros. La Feria de Antigüedades es un reclamo para coleccionistas, tanto de bajo como de alto copete. José Ramón Hernández, responsable de este rastro, que hace parada y fonda por primera vez en la villa rachela, se muestra encantado con la afluencia de público y espera repetir el próximo año. «La entrada es espectacular. Está yendo estupendo, aunque las ventas andan un poco más flojas, pero aún falta mucha feria», explica y advierte que cualquiera puede encontrar un regalo en ella sin que sufra el bolsillo: los precios van de un euro a 8.000.
«El abanico es muy amplio, desde un sencillo llavero al facsímil del Voynich. Desde objetos para coleccionistas a un montón de piezas de orfebrería del siglo XVII, temática de farmacia, arte... Los 14 expositores cuentan con lo más representativo de las antigüedades y del coleccionismo», expone Hernández que ayer por la mañana se felicitaba por haber reservado mesa con antelación porque a esa hora no quedaba ni una libre. Parece que las técnicas de seducción de Covarrubias funcionan.
Bombillas de colores y Concurso de Belenes
Al espíritu navideño que llega a cualquier rincón de Covarrubias con sus bombillitas de colores se suma el primer Concurso de Belenes. Dirigido a personas, asociaciones y entidades, las propuestas deben estar ya visibles para el disfrute de los visitantes y del jurado. Se entregarán tres premios, con dos categorías en cada uno de ellos, particular y colectivos, y las cuantías económicas son de 100. 75 y 50 euros a canjear en los establecimientos de la localidad. La suerte está echada. La entrega de galardones será el domingo 22 de diciembre.