La falta de profesores genera críticas y dimisiones

C.M.
-

No se pueden doblar grupos también por falta de aulas. El instituto Diego Marín Aguilera no ha cubierto 14 vacantes de docentes

El regreso a las aulas no está siendo fácil este curso. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

La situación derivada de la crisis sanitaria por la covid-19 y la adopción de las medidas para su prevención hacían complicado que todas las piezas que conforman el puzzle educativo encajaran en el arranque del nuevo curso escolares. Los equipos directivos se han visto desbordados por la falta de espacios para poder desdoblar grupos y guardar la distancia de 1,5 metros en el aula y también por la falta de profesores. Ello ha redundado en quejas y peticiones de más recursos a la Dirección Provincial de Educación e, incluso, dimisiones como ha sucedido en el instituto Diego Marín Aguilera (carretera Poza) por la falta de nada más y nada menos que 14 docentes de una plantilla de 90.

Este centro educativo, que imparte Secundaria, Bachillerato y ciclos de Formación Profesional, se ha visto desbordado y ayer el equipo directivo envió una carta al director provincial de Educación, José Antonio Antón, presentando su dimisión. Hasta la semana pasada tuvieron la esperanza de que se cubrieran las plazas pero al ver que la situación no se solucionaba tomarán esta decisión. «Ayer nos llegó un profesor de Filosofía pero nos faltan en Lengua, Música, Biología, Mantenimiento de Vehículos... Con esta situación es complicado cumplir con las distancias. Estamos desbordados», reconocía ayer su director, Javier Ruiz.

El equipo directivo o docentes de otras asignaturas están acudiendo a las aulas que no tienen profesor, pero esta situación no se puede sostener en el tiempo. «Hemos hablado con la inspectora del centro y nos dice que se están buscando soluciones», añadió.

Los sindicatos denuncian que en algunas especialidades como en el caso de Lengua se han agotado las listas de interinos mientras que en algunas especialidades de FP la complejidad de encontrar docentes siempre ha sido constante. 

Desde el IES Pintor Luis Sáez también reconocen las «dificultades organizativas». «Las clases son pequeñas y es complicado guardar metro y medio. Hemos planteado a la Dirección Provincial de Educación la posibilidad de desdoblar grupos, sobre todo en Secundaria», explicó el director José Antonio Virumbrales.

El centro ha tenido que usar el salón de actos, laboratorios y hasta uno de los gimnasios para dar clase. Mediante una mampara de separación se han ganado dos aulas al gimnasio más pequeño. «Tenemos dos grupos que sobrepasan los 30 alumnos. No está prohibido pero deben estar en un aula en la que haya un metro y medio de separación y aquí se cumple».

También ha tenido que utilizar el gimnasio o la biblioteca como aula el IES Comuneros a pesar de que contar con espacios prestados en la Escuela de Idiomas. «Es una situación estresante ante el avance de la covid-19 y en los centros educativos está repercutiendo al producirse faltas de asistencia y esperas de analíticas», afirmó su director, Tomás Gómez.

En este sentido, señaló que se trata de que los alumnos cumplan con todas las medidas de seguridad pero su elevado número lo hace complicado. «Son alumnos de 12 a 17 años en los que su modelo de relacionarse implica mucha cercanía y tienen la percepción de una cierta invulnerabilidad, lo que les hace ser menos conscientes de las medidas a tomar», añadió. 

Este centro sí ha conseguido cubrir todas las plazas de profesores excepto la de Cultura Clásica, pero en la mayoría faltan docentes de diferentes especialidades, según indican desde los sindicatos Stecyl, CCOO y ANPE.
[Más información en la edición impresa de hoy]