«Nos han puesto por las nubes y tenemos miedo de caer»

A.S.R
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'Ane', el primer largometraje del menés David Pérez Sañudo, llega hoy a las salas tras su exitoso paso por el Festival de San Sebastián. A la cartelera burgalesa se aúpa el próximo viernes con preestreno el martes

Patricia López Arnaiz y David Pérez Sañudo, durante el rodaje. - Foto: TAMARA ARRANZ

Las risas compartidas, las bromas y hasta el carraspeo antes de ponerse a hablar en serio reflejan complicidad y muchas horas de vuelo juntos. Puede ser que una entrevista a través del teléfono con el altavoz puesto tergiverse la realidad, pero suena sincero. El cineasta David Pérez Sañudo y los intérpretes Patricia López Arnaiz y Mikel Losada andan en plena vorágine promocional de Ane, el primer largometraje del director del Valle de Mena, que se estrena hoy en las salas de toda España tras su exitoso paso por el Festival de San Sebastián. A Burgos llegará el viernes 23 de octubre, con un preestreno en los Van Golem el martes (20 h.), al que confirma su asistencia el creador del filme. 

¿De qué género sería la película que contara lo que están viviendo ahora? Se arranca Pérez Sañudo con una reflexión sobre los malos tiempos que corren en general y Losada, que encarna al padre de Ane, la hija desaparecida cuya búsqueda teje toda la cinta, redirecciona la pregunta. «Estamos muy contentos. No sé qué género podría ser, quizás un musical. Nos llega buena música de lo que está pasando», suelta y coge el hilo López Arnaiz, Lide, la madre y protagonista: «Eso es, con tonos de comedia».

Y es que tras su estreno en San Sebastián, con dos premios en el equipaje, han llovido críticas muy buenas. Con esta música y con la alegría nerviosa que rodea todas las primeras veces asisten al inminente estreno en salas.

«Me gustaría que no hubiera mucha diferencia entre la reacción del público que acudió al festival y a los preestrenos y el que irá al cine ahora. Que siga la dinámica. La película es muy modesta y salimos generando unas expectativas muy, muy altas y ahora nos puede pasar lo contrario. Nos están poniendo tan, tan por las nubes que hay miedo a caer de golpe», se explaya Pérez Sañudo. 

Para la actriz Ane es su primer prota en cine. «Hay algo también primero para mí que es potente», advierte y continúa: «Es una peli muy especial. Me estoy emocionando mucho con todo el reconocimiento. Nos está trayendo muchas alegrías y es una celebración constante. Realmente, estamos en pleno subidón». 

Están en una nube, y muy a gusto. «Yo firmaría por seguir como hasta ahora», remacha el director. Y es que desde su presentación en el festival donostiarra todo ha sido sumar. Ambos se recuerdan llorando de emoción al leer «la espectacular crítica» de Fotogramas en San Sebastián, solos junto al Hotel María Cristina, rumbo a un encuentro con la prensa. «Fuimos a hacer las entrevistas con la sensación de ser Orson Welles. ¡Hemos hecho una obra maestra!», concluye divertido el cineasta y las risas de la actriz le hacen los coros. 

En ese apunte, la revista especializada ya los pone en su quiniela para los Goya. «Sí es cierto, no nos vamos a engañar, se está aconsejando como una de las películas españolas interesantes de ver este año, y no nos esperábamos tanto, no a esos niveles», insiste el menés. 

Ane, dice la sinopsis, es una historia de búsqueda, de comunicación y falta de ella, de cuidados y descuidos, de obras y reconstrucciones...

«Son personajes muy íntimos. El mío muestra muy poco, no habla mucho y todo lo que cuenta lo cuenta sin palabras. Una de las cosas más bonitas de esta película es lo que no se cuenta», retrata Mikel Losada a Fernando, el padre, y confiesa que le costó interpretarlo: «Yo soy un tío muy dicharachero». Su compañera afirma que Lide, la madre, se quedó pegada en ella muy pronto durante el rodaje, «porque es muy complejo, muy humano».

Los tres convienen en que fue especial la grabación, que haya sido en el País Vasco, la tierra de todos, tiene mucho que ver y no es casual. «Es una declaración de intenciones. Hay una lucha muy individual, que es hacer una película, pero también hacerla intentando convencer a las instituciones de que no todo tiene que pasar por Madrid o Barcelona», observa Pérez Sañudo y, mientras cree logrado su objetivo con las administraciones alavesas, admite su fracaso con las burgalesas: «Siempre que hemos intentado hacer algo ni siquiera hemos recibido respuesta. Una de las barreras es que Burgos es el único lugar sin una Film Office y la política es absolutamente responsable de lo que ocurre». 

Dicho lo cual, regresa a Ane. Toca hablar de los atentados etarras contra la construcción de la llamada Y vasca que afloran en la cinta. «Hay cierta expectación y parece que siempre hay alguien esperando ver la película para ver de qué pie cojeas, pero está en bastante segundo plano. Es una historia humana y doméstica. Lo otro es el contexto», dice el cineasta, Losada añade que «es una excusa para contar la incomunicación entre la madre y la hija» y López Arnaiz agrega que «sirve muy bien como metáfora, como vía que separa los márgenes y une los puntos, a la hora de hablar de comunicación e incomunicación». 

Rechazan cualquier parecido con Patria más allá del escenario, pero sí admiten que la coincidencia de ambas vira la mirada hacia el cine que se hace en el norte. 

Ahí se toparán de nuevo con Pérez Sañudo. Seguro. Ya está escribiendo y destaca que Amania Films, la productora puesta en pie con otros colegas, ya nota el salto de Ane. «La visibilidad cambia muchas cosas. Hay llamadas que antes no había y se interesa gente para la que antes no existías. Es un aprendizaje y hay que ir con mucha cautela», sostiene y guarda silencio sobre esas llamadas. Pero prometen.