La joven estudiante de la Escuela de Idiomas que fue apuntada con un arma que creyó real durante el simulacro en el instituto Fray Pedro de Urbina denunciará a los organizadores, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). La situación derivó en que toda una clase de italiano acabó atrincherada durante unos minutos en el aula al pensar que se trataba de un ataque real, suceso por el que la Dirección Provincial de Educación ha pedido explicaciones. Desde el centro ya se ha dejado claro que no se les había informado correctamente de la actividad a desarrollar, ya que el permiso concedido se ceñía a la realización de unos talleres, y que además los participantes del simulacro se salieron de la zona acotada.
Algunos alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas entienden que los hechos exigen que se depuren responsabilidades, por lo que se había convocado una doble jornada de huelga que finalmente ha sido anulada tras hablar con la dirección, quien a través de un comunicado también elude cualquier tipo de culpa. "En ningún momento tuvimos conocimiento de dicha actividad ni de su contenido". A cambio de no interrumpir la jornada lectiva, en cada clase se leerá un texto que bajo el título Las armas no son un juego pretende concienciar sobre la gravedad de lo ocurrido. Además la EOI ha pedido a la organización que ofrezca aclaraciones, por lo que personal de la Semes acudirá mañana a dar su versión a los alumnos.
Aunque afortunadamente todo quedó en un susto, la afectada aún sufre las consecuencias del desagradable suceso. De momento no ha retomado sus clases de inglés. "Solo de pensar que tengo que entrar por el pasillo en el que pasó todo me genera ansiedad", asegura la joven, que por prescripción médica está tomando tranquilizantes y valora pedir unos días en su trabajo. "¿Por qué tengo que pasar por esto cuando son otros los que lo han hecho mal? A mí me está afectando en mi vida personal y ellos pretenden irse de rositas sin asumir su error. Al principio echaban balones fuera y cuando no les ha quedado más remedio reconocen el error pero solo en privado, en público guardan silencio", afirma.
El domingo acudió al instituto a votar pero lo hizo acompañada por familiares. "Aún así no me sentí cómoda porque recordaba la angustia de aquellos minutos".
Una de las cosas que más le ha dolido son las reacciones tras el suceso. "Para compensarnos nos invitaron a ver el simulacro del día siguiente, demostrando tener cero empatía", lamenta. Tampoco a nivel institucional ha tenido el apoyo esperado. "Después de lo que ha pasado encima tenemos que escuchar al concejal de Seguridad Ciudadana decir que la convención ha sido un éxito. Parece ser que si no hay un muerto, todo se minimiza, pero lo que pasó fue muy grave y podía haberlo sido incluso más, así que no se debería tapar".