Castilla y León exigió ayer al Ministerio de Educación un fondo específico para ayudar a las comunidades autónomas a sufragar todos los gastos extraordinarios que la covid-19 ha generado  en materia educativa, como la contratación del profesorado de refuerzo, más personal de la limpieza y los acompañantes del comedor o del transporte escolar.

La consejera de Educación, Rocío Lucas, -encargada de transmitir este mensaje- explicó a Ical que pidieron «la habilitación de un fondo adicional para ayudar a las comunidades autónomas a sufragar esos gastos».

Lucas expuso ante la ministra, en el transcurso de la conferencia sectorial celebrada durante la mañana de ayer, la petición del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de un fondo covid para «compensar» los esfuerzos económicos que las comunidades autónomas han tenido que realizar en materia educativa durante la pandemia.

Con motivo de la mencionada conferencia sectorial de Educación para abordar el inicio del curso, Fernández Mañueco aprovechó también su perfil de Twitter para reiterar que Castilla y León apuesta por la presencialidad  «total» en las aulas, tal como ya ocurrió durante el pasado curso escolar. Eso sí, el jefe del Ejecutivo autonómico defendió la puesta en marcha de las medidas de protección necesarias, que tienen un elevado coste económico y que debe cubrir, en parte, el fondo covid exigido.

En este sentido, Rocío Lucas defendió en Madrid su apuesta por mantener las mismas medidas de protección sanitaria que el año pasado para garantizar la presencialidad en todas las etapas educativas ante el inicio del próximo curso escolar. Así lo trasladó la consejera de Educación de la Junta, Rocío Lucas, en la reunión que mantuvieron representantes del ministerio y de las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Educación presidida por la nueva ministra Pilar Alegría.

Curso organizado.

Lucas argumentó ante la ministra que «el curso ya lo tenemos organizado» toda vez que el pasado mes de junio ya hicieron el planteamiento de cómo querían que fuera este inicio, basado en las «mismas medidas» de seguridad que se aplicaron el curso pasado, como la distancia máxima entre alumnos de un metro y medio y otras complementarias, que resultaron «satisfactorias», valoró. Es por eso que en este encuentro con la ministra, Lucas volvió a plantear un curso «similar» al anterior, frente a otras comunidades que «siguen apostando por una relajación de medidas».

De esta forma la Junta de Castilla y León quiere garantizar una «presencialidad segura», y así lo puso de manifiesto Lucas en este encuentro sectorial donde el Ministerio de Educación «no ha planteado ninguna novedad». «La quinta ola nos viene a dar la razón, debemos aplicar las mismas medidas para garantizar una presencialidad en todas las etapas educativas».

El protocolo previsto por la Junta contempla la creación de los grupos burbujas para los niños más pequeños, el establecimiento de la distancia entre personas de 1,5 metros, el uso de la mascarilla para los mayores de seis años en todo momento, y el desdoble de aulas, lo que obligará a mantener los 1.300 profesores de refuerzo que se contrataron para hacer frente a la pandemia. Además, se permitirán las actividades físicas individuales y colectivas, que no impliquen un contacto físico continuado mientras que las extraescolares se generalizarán desde el inicio.