Lacalle buscará en la política fiscal el primer bloqueo

Á.M.
-

«Tenemos que hacer valer la fuerza de 14 votos para evitar que De la Rosa saque adelante la subida de impuestos de su programa electoral», advierte el exalcalde, ahora en la oposición

Lacalle buscará en la política fiscal el primer bloqueo - Foto: Alberto Rodrigo

El Partido Popular se prepara para ejercer la oposición en el Ayuntamiento de Burgos desde el minuto uno y, al menos por ahora, con el exalcalde y senador Javier Lacalle a la cabeza. Los cuatro años de su último mandato, en los que el PSOE apoyó importantes políticas municipales, no han servido para que el primer grupo de la oposición afloje su postura. De hecho, en el mismo pleno de investidura ya anunció su intención de no ponerle fácil las cosas al actual regidor, el socialista Daniel de la Rosa.

Así, el primer frente serio que Lacalle tiene previsto abrir en esta legislatura es el de la política fiscal. Gobernar en minoría es posible pero tiene serios condicionantes. Hay tres cuestiones cruciales que deben obtener el respaldo mayoritario del Pleno (al menos 14 concejales sobre 27, que son los que suman PP, Cs y VOX). La más obvia son los presupuestos. Si no se aprueban los que presente el ejecutivo local, las alternativas son prorrogarlos o vincular su aprobación a una cuestión de confianza. También requieren mayoría las operaciones urbanísticas (y por supuesto cualquier cambio en el Plan General) y las ordenanzas fiscales.

Sobre el papel, la primera bola de partido que deberá salvar De la Rosa son esas ordenanzas, ya que sin ellas no se puede presupuestar el 2020. Tradicionalmente se negocian, votan y aprueban en verano. Ahí es donde Lacalle espera unificar por primera vez el voto del ‘centroderecha’. «Vamos a impedir que De la Rosa saque adelante su subida de impuestos, algo de lo que no quiso hablar durante la campaña pero que está recogido en el programa electoral de los socialistas, que va en la línea de la política de Pedro Sánchez. Para evitarlo tenemos que hacer valer la fuerza de 14 concejales», explica el exalcalde sobre su posicionamiento a corto plazo.

Ese frente no sólo marcará el inicio de una legislatura para la que parece obvio que no habrá cortesía alguna. El exalcalde plantea de forma abierta un bloque de 14. Esto es, quiere llevar a Cs y a VOX a alinearse con su postura en un capítulo en el que sabe que hay convergencia ideológica. «Tendrá que hablar el Pleno. Creemos que hay que ir a una congelación de impuestos, no se pueden subir un sólo euro. De la Rosa nos anuncia subidas en el IBI, en tasas y precios públicos, en impuestos como el ICIO o el de circulación e incluso la creación de una nueva tasa turística. El Ayuntamiento tiene hoy por hoy suficientes ingresos como para hacer mejoras sin tener su subir la presión fiscal, tal y como hemos demostrado nosotros en estos últimos cuatro años», remacha el portavoz ‘popular’.

No es ningún secreto que la política económica es, junto a la de personal, la más compleja de lidiar en el ruedo municipal. Si bien el Ayuntamiento capitalino parte de una situación muy mejorada respecto a la de hace ocho años, todavía no está exento de ciertos riesgos. La deuda corriente está bajo control, pero hay dos acuerdos de refinanciación de los consorcios cuya viabilidad dependerá a los mercados del suelo. Mejorar, ampliar y garantizar los servicios públicos es cada día más caro, como también el coste estructural de la propia administración.

la propuesta del alcalde. Efectivamente, el programa electoral de Daniel de la Rosa contiene la propuesta de incrementar algunos impuestos para «compensar el incremento de gasto» de sus propuestas en otros capítulos «sin que la presión fiscal recaiga sobre la mayoría social de nuestros vecinos». Una de las medidas más llamativas es el incremento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a las viviendas vacías que no están ni en venta ni en alquiler y tampoco funcionan como segunda residencia. En torno a 6.000 casas, según las cuentas de los socialistas, podrían ver incrementado el IBI en un máximo del 50%.

También se propone subir la tasa por ocupación del suelo público, pero sólo a las empresas con ánimo de lucro, así como «estudiar» la creación de la tasa turística con un coste de entre 0,50 y 1,50 euros por persona y pernocta, dedicando todo lo recaudado a promocionar la ciudad. Pero quizás la medida más polémica sea la que se refiere al impuesto de tracción mecánica. De la Rosa, aludiendo a criterios medioambientales, plantea subir este impuesto un 25% a los vehículos de más de 10 años; un 50% a los de más de 15 años y un 75% a los de más de 20. A cambio, bonificaría el recibo de los coches eléctricos o híbridos.

Otras medidas que se traducirían en una mayor recaudación fiscal son la subida del ICIO para todas las obras que no afecten a VPO o a mejoras energéticas; el incremento de los impuestos a los establecimientos dedicados al juego y la revisión de la bonificación fiscal del 3% para todas las personas físicas y jurídicas que se hayan acogido al plan de pagos, haciendo depender esa bonificación de la presión fiscal que esté soportando cada sujeto pasivo.