El Ayuntamiento de Poza de la Sal ofrece entre 1.000 y 10.000 euros a los propietarios de inmuebles que necesiten rehabilitarlos. Se han aprobado unas bases para fomentar las actuaciones privadas tendentes a la conservación y mejora de las condiciones de uso de los edificios incluidos en todo el núcleo urbano. Hasta ahora solo podían beneficiarse de la aportación económica los bloques del casco histórico, declarado Conjunto Histórico Artístico.

Las ayudas económicas a la mejora consistirán en subvenciones a fondo perdido, y la cuantía varía dependiendo si la vivienda se encuentra dentro de la zona antigua o fuera. El Consistorio cuenta con una partida presupuestaria de 90.000 euros para dichas labores y se hará cargo, dependiendo de cada caso, de hasta el 60% de la inversión total. Estas subvenciones no se aplicarán en aquellos trabajos que se financien en más de un 80% con fondos procedentes de otras administraciones públicas.

La concesión de ayudas irán a parar a obras en inmuebles que requieran mejoras en seguridad estructural y constructiva, estanqueidad frente a la lluvia y la humedad, acabados exteriores generales -primando especialmente la conservación de materiales-. Por contra, los trabajos que afecten al interior como la distribución de espacios o todo tipo de acabados e instalaciones, no se cubren. En los casos en los que se necesite la redacción de un proyecto técnico o una memoria valorada, el Consistorio pozano financiará los documentos con un importe máximo de 1.300 euros.

La nueva ordenanza se aprobó en el último pleno con un único objetivo: que «no se caiga el pueblo». El alcalde de la villa salinera, José Tomás López, declara que el dinero destinado a la entrega de ayudas no se ha llegado a agotar «nunca». Desde 2011 gobierna en Poza y hasta ese momento solo se favorecían de la subvención las personas que se encontraban empadronadas. Después, prescindieron de ese requisito por entender que se trataba de un «problema de edificios y no de personas», manifiesta.

El primer edil expone que en los últimos ocho años, el número de intervenciones dentro del casco histórico ha sido «considerable» y añade que el Ayuntamiento seguirá una línea «muy dura» en el tema de rehabilitación y conservación. Los vecinos «no solo tendrán derechos, también obligaciones», remarca.

Según López, el municipio necesita de «manera imperiosa» la restauración de inmuebles, ya que muchos de ellos se están viniendo abajo por su longeva edad y por los fenómenos atmosféricos a los que se encuentran sometidos. Durante los últimos días, en los que el viento y la lluvia han sido los protagonistas, varios muros se han caído. Esta semana se intervendrá en una vivienda que presenta un estado de ruina inminente para garantizar la seguridad de los ciudadanos.

WIFI GRATIS ANTES DE SEMANA SANTA

La localidad de Poza de la Sal contará con 3 puntos de acceso wifi en el interior de El Auditorio, el Espacio Medio Ambiental y el Centro de Interpretación de las Salinas; y de otros 10 repartidos en zonas exteriores ubicados en el depósito, la plaza Nueva, la Ludoteca, un bloque de pisos, una farola, en la calle Cristo, en las piscinas en el hotel, en el Centro de Interpretación de las Salinas y en Los Corrales.  
El Ayuntamiento recibió una ayuda de la Unión Europea de 15.000 euros para facilitar la instalación y las obras ya se han adjudicado. Tienen que finalizarse antes de febrero de 2020 y el regidor de la villa, José Tomás López, calcula que vecinos y turistas podrán acceder a internet de manera gratuita «antes de Semana Santa».
Poza se convierte así en uno de los primeros pueblos de La Bureba que dispondrá de wifi abierto. Lences y Castil de Lences son las otras dos localidades que integran el municipio, aunque por el momento, resulta imposible dar cobertura de manera independiente a cada pueblo.