Adiós al parque de tirolinas De Pino a Pino

P.C.P.
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Las instalaciones se desmontarán para evitar accidentes, dado su deterioro y la inclinación de los árboles

Árboles inclinados, cuerdas y maderas rotas en el parque De Pino a Pino. - Foto: F2Estudio

Llegó a recibir miles de visitantes en sus  épocas de mayor impacto, pero 13 años después de su apertura tiene prácticamente firmada su acta de defunción. El parque De Pino a Pino no volverá a tener chavales colgados de sus tirolinas, porque ahora mismo son un auténtico peligro para la integridad física.

Cerrado desde 2018, el que fuera un referente en el turismo de aventura se cae literalmente a pedazos por la falta de mantenimiento. Aunque los municipios del Comunero de Revenga albergaban una pequeña esperanza de poder conseguir su reapertura, como parte del complejo hostelero y de ocio que forman el bar-restaurante y las Aulas del Bosque, la realidad les ha hecho desistir.

«No es viable, habrá que desmantelarlo», reconoce el alcalde de Regumiel de la Sierra, José Luis Vázquez. Ya no solo porque las estructuras de los seis circuitos presenten un grado de deterioro que obligaría a cambiarlas prácticamente todas, también los pinos a los que se enlazan las cuerdas y pasarelas«están inclinados, son muy viejos y tienen poco arraigo al terreno», que al ser un paraje natural tampoco admitiría soluciones de sujeción poco respetuosas con el medio ambiente, como el hormigonado de los postes.

El Comunero espera contratar a un operario gracias a los planes de empleo de la Diputación Provincial para que, además de encargarse de la limpieza y mantenimiento de la campa, pueda ir desmantelando las diferentes instalaciones del parque de aventura y evitar así que se pueda producir un accidente, ya que a la mayoría de las zonas se puede acceder libremente a lo largo de casi dos hectáreas.
Vázquez añade que en otras provincias, como Segovia, también han optado por desmontar instalaciones similares, que una vez pasados los primeros años, «la novedad», pierden atractivo para los visitantes, que prefieren buscar nuevos alicientes.

Así pues, el proyecto Monte Modelo Educativo pierde una de las tres patas sobre las que se asentaba.Quedan dos: la Casa de la Madera y la red de senderos.