El Pleno del Ayuntamiento de Burgos, reunido esta mañana en sesión extraordinaria, ha aprobado la disolución del Instituto Municipal de Cultura (IMC) y de la Gerencia de Fomento para su transformación, respectivamente, en gerencias de Cultura y Urbanismo respectivamente.

El bipartito ha hecho valer su mayoría en una sesión polémica ya que los concejales del PP, a excepción de su portavoz, Carolina Blasco, han decidido abandonarla al principio de la misma. Tampoco han asistido los dos ediles de Vox.

Blasco ha denunciad ola "falta de respeto" del equipo de Gobierno al no haber contado con la oposición para este cambio de carácter orgánico y ha dejado ver que existen serias "dudas jurídicas" sobre la transformación que se quiere llevar a cabo. Ha recriminado que la intención del Ejecutivo local es crear "dos chiringuitos", mientras que la propuesta de los populares pasaba por que tanto el IMC como Fomento pasaran a ser dos servicios como tantos otros que hay en el Ayuntamiento.

El concejal no adscrito, Julio Rodríguez-Vigil, ha intervenido por primera vez en un Pleno desde que hace dos semanas se saliera del equipo de Gobierno y lo ha hecho para posicionarse en contra de sus excompañeros. Ha afirmado que los cambios que ha impulsado el bipartito en el IMC y Fomento son una "ilegalidad".

Tanto la presidenta del IMC, Rosario Pérez Pardo, como la portavoz del PSOE, Nuria Barrio, han defendido que estas transformaciones lograrán una "mayor eficiencia y eficacia" en la gestión de estas dos áreas. Podemos ha optado por la abstención.