El viejo Gamonal agoniza por la inacción pública y privada

C.M..
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El último incendio evidencia que la zona se está convirtiendo en foco de okupas y de reunión de toxicómanos. La mayoría de las casas está en ruina. Sobreviven dos negocios de hostelería, las peñas y una panadería

El viejo Gamonal agoniza por la inacción pública y privada - Foto: Luis López Araico

Un simple paseo por el pueblo antiguo de Gamonal pone en duda que pueda resurgir de sus cenizas al menos a corto plazo. El último incendio en una de sus ruinosas edificaciones, el segundo en pocos meses, pone de manifiesto  que el estado de abandono en el que encuentra avanza a marchas forzadas. Tejados enteros a punto de caerse, fachadas apuntaladas o acordonadas por cintas de los Bomberos y otras derribadas por una declaración de ruina dan a este entorno un aspecto fantasmal a pesar de que una parte (la más próxima a la calle Vitoria) es Patrimonio de la Humanidad al discurrir el Camino de Santiago.

Tan solo sobreviven un par de negocios de hostelería (El Huerto y Bodega Renuncio) entre edificios en ruina o solares vacíos, las sedes de dos peñas cuyos locales son municipales, una panadería (Rupelo) y lo que estaba llamado a ser un albergue de peregrinos privado que nunca se abrió, en la esquina de la plaza Nueva con la calle Vitoria. El tiempo ha ido transcurriendo, los propietarios de las casas o terrenos son mayores o se han ido muriendo y han pasado a sus herederos, lo que complica todavía más la situación a la hora de ponerse de acuerdo en su venta o rehabilitación.

El pueblo de Gamonal se anexionó a Burgos en el año 1954 y una de las cláusulas del acuerdo recogía que el Ayuntamiento de Burgos se comprometía a redactar un plan urbanístico. Hasta ahora se han redactado y aprobado cincos pero en ninguno se contempló una posibilidad de ordenación hasta el año 2005, con el Plan Especial Camino de Santiago, modificado  por el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de 2017.

Este último ha mantenido la protección pero ha aumentado el aprovechamiento urbanístico para animar a los propietarios y dado la posibilidad de otros usos a los bajos (comercios y pequeños negocios). Tres años después solo se ha pedido una licencia para rehabilitar una casa en la calle Antigua, 23, en el lugar en el que estaba el bar Salva, cerrado en 2015. Las obras se iniciarán en junio de 2022.

El alcalde, Daniel de la Rosa, quiso desenquistar el desarrollo del pueblo antiguo a su llegada a la Alcaldía y mantuvo reuniones con los propietarios. De ellas salió la idea de realizar una promoción conjunta pero con la exigencia de que al menos el 80% estuvieran de acuerdo. En la actualidad hay entre 60 y 70 dueños de las 86 parcelas y edificaciones (20 de una planta, 30 de dos plantas y 10 de tres plantas) y 26 parcelas vacías.

También un grupo de propietarios trasladó la idea de construir un aparcamiento subterráneo bajo la plaza Nueva como revulsivo para revitalizar la zona pero solo quedó en la enésima idea. Recientemente, el PSOE ha presentado el denominado ‘plan Gamonal’ con 14 actuaciones, la más destacada la remodelación de la calle Vitoria. También planea la construcción del Centro de Peregrinos, en el número 203 de la calle Vitoria, un proyecto fallido desde hace años y al que el PSOE quiere darle otro uso. En concreto reproducir en el inmueble un miniayuntamiento para evitar que los ciudadanos de este barrio se desplacen a la Plaza Mayor y servir de aliciente para revitalizar el pueblo antiguo. Las obras están adjudicadas y se espera que se inicien este mes.

Mientras los propietarios de terrenos y casas se volvieron a reunir esta semana con el alcalde pero sin ningún resultado. «El resumen: Hay buenas intenciones pero no hay dinero. El Ayuntamiento es el primero que tiene que rehabilitar la parcela que tiene, que está junto a la casa que se quemó el martes», resume Gloria Burgos, la presidenta de la Asociación Conde Beldever,  que les aglutina.