Los hoteles de la capital pierden 28 millones en el peor año

B.G.R.
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El barómetro de rentabilidad de Exceltur sitúa la caída de la facturación en el 70%, confirmando los datos de la patronal del sector. El ingreso por habitación se desploma a 18,4 euros

Desde la pandemia, el verano fue la época con mayor movimiento turístico. - Foto: Luis López Araico

La patronal nacional de empresas turísticas Exceltur habla de «hundimiento histórico» en su último barómetro de rentabilidad, donde realiza un balance de 2020 que coincide con las cifras que maneja la Federación Provincial de Hostelería. Los malos pronósticos de esta se han cumplido y los hoteles de tres y cuatro estrellas de la capital han perdido casi un 70% de su facturación en comparación con el anterior ejercicio, porcentaje que, en valores absolutos, los empresarios traducen en pérdidas de 28 millones de euros al pasar de los 40 millones de 2019 a tan solo 12.

La caída es algo inferior a la del conjunto de destinos urbanos objeto de estudio, que se sitúa en el 77%. El informe recoge que el impacto económico de la pandemia ha sido mayor en las grandes ciudades al depender más del turismo internacional y de negocios. Es así como Madrid y Barcelona encabezan el ránking con descensos del 86,7 y 81,2%, respectivamente, seguidas de Sevilla, Santiago de Compostela o Granada, y con Palma de Mallorca a la cabeza (-87,6%).

Burgos se encuentra en la mitad de la tabla de las 46 ciudades analizadas, una posición que el vicepresidente de la Federación de Hostelería y máximo representante del sector hotelero, Luis Mata, justifica en una mayor presencia de visitantes nacionales, mientras que la de internacionales «viene marcada» por los peregrinos del Camino de Santiago y los ciudadanos que van de paso a destinos de playa. No obstante, precisa que la ciudad partía ya de una situación inferior en ejercicios anteriores, con lo que «el recorrido a la baja es superior».

En comparación con otras capitales analizadas de Castilla y León, existen algunas variaciones, aunque poco significativas en lo que a pérdidas se refiere. A modo de ejemplo, Valladolid, Segovia, Zamora y Salamanca sobrepasan ese 70% (73,6% en este último  caso), mientras que Ávila, León y Soria se sitúan en niveles algo inferiores aunque por encima del 60%.

El descenso de la facturación va unido al ingreso medio por habituación (RevPar), que en el caso de la ciudad del Arlanzón ha caído un 48,8% hasta los 18,4 euros, cuando en 2019 dicho indicador se encontraba en  los 35,9 euros. A pesar de que se trata de un retroceso inferior al del conjunto nacional, que sube hasta el 57,4%, Burgos aparece en las últimas posiciones de la tabla, ya que la media de los destinos urbanos es de 31,1 euros. Una diferencia que la patronal también atribuye a que los niveles ya eran bajos con anterioridad.

Precio medio. Esa bajada de los ingresos viene motivada principalmente, según Mata, por el desplome de la ocupación, un 43,9% hasta el 34,5%, a lo que también suma la rebaja de las tarifas medias, que el estudio sitúa en 53,2 euros frente a los casi 62 euros del ejercicio anterior, teniendo en cuenta que solo se analizan los hoteles de tres y cuatro estrellas de la capital. 

El barómetro de Exceltur se circunscribe al análisis de la rentabilidad socioeconómica inducida por el turismo a partir de los resultados de los alojamientos abiertos y plazas disponibles en los meses en los que se produjo un «mínimo de actividad en cada uno de los destinos». Al respecto, el presidente de la patronal burgalesa habla de cuatro periodos diferenciados que han marcado el «peor año de la historia» para el sector hotelero. Primero, los meses de enero y febrero, donde la actividad  se mantuvo e incluso creció levemente en comparación con 2019. Después llegó el parón «absoluto» de marzo a junio con el primer estado de alarma y más tarde el periodo de verano, donde, a pesar del «fuerte descenso» anual, existió una «cierta recuperación» y reapertura mayoritaria de los establecimientos. Sin embargo, Mata recuerda que la segunda ola se adelantó y las previsiones que había para el último trimestre del año se truncaron con nuevas restricciones, que volvieron a provocar cierres temporales que aún permanecen en el tiempo.

A las pérdidas de 2020 la patronal suma ya las de la tercera ola, teniendo en cuenta que marzo «será  nulo, como enero y febrero, en cuanto a actividad y seguiremos añadiendo meses». En este sentido, critica la intención de la Junta de mantener el cierre perimetral de la Comunidad durante la Semana Santa, algo que considera «incomprensible», poniendo como ejemplo a Madrid, «que está intentando cuidar la economía con medidas que producen el menor daño posible pero respetando las medidas sanitarias y de seguridad». 

La esperanza del sector pasa por que el Ejecutivo regional «entre en razón» y levante esa restricción, mientras que mira hacia el verano con incertidumbre, sabiendo que 2021 será un año «complicado» y confiando en que avance el proceso de vacunación, al que condicionan la evolución de la temporada alta por excelencia. En cualquier caso, considera que la hotelería es uno de las actividades «más perjudicados» por la pandemia y califica de «inexistentes» las ayudas porque «no ha llegado ni un euro».