La Catedral recupera su baza turística en un verano 'normal'

I.L.H.
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105.000 personas visitaron el templo entre junio, julio y agosto frente a las 134.000 de 2019. Los dos últimos meses compensan un junio flojo y permiten confiar en el nuevo curso y en la prolongación del VIII Centenario durante 2022

De noviembre a mayo el templo estuvo cerrado. En verano, el turista nacional ha cubierto el hueco de visitas extranjeras. - Foto: Luis López Araico

Si el máximo exponente turístico de la ciudad obtiene buenos datos, arrastra a los demás y viceversa. Y eso ha pasado este verano en Burgos con la Catedral, los hoteles, el Museo de la Evolución Humana o los yacimientos de Atapuerca alcanzando cifras prepandemia durante el mes de agosto sobre todo. En el cómputo desde junio, antes del comienzo de la temporada estival, la media no es tan positiva porque ese mes mantuvo aún la incertidumbre de un año de restricciones y escasa movilidad (hasta el 9 de mayo hubo estado de alarma y cierre perimetral en la Comunidad). Sin embargo, el balance del verano y sobre todo la tendencia permite mirar con optimismo hacia el nuevo curso.

Al menos es lo que reflejan las visitas que ha recibido la Catedral. El templo ha recuperado su baza turística en julio y agosto, cuando han llegado a recorrer la basílica cerca de 100.000 personas, casi las mismas que en 2019 (94.000 este año y 98.000 antes de la pandemia). En agosto, incluso, se han recibido más turistas que en ese mismo mes previo a la pandemia.  

Sumando lo que llevamos de verano se han superado las 105.000 visitas, un buen dato que permite pensar en la recuperación. Lejos queda ya el aciago 2020, con apenas 40.000 visitas entre junio, julio  y agosto, aunque también es verdad que el primero de los tres meses el templo apenas abrió 5 días. 

Las cifras demuestran que la basílica se ha reencontrado con el turista que, eso sí, ha sido fundamentalmente nacional. Con cuentagotas han llegado de Francia, Italia y Portugal, por este orden, y no ha habido ni rastro de orientales. El 40% que suponían antes las visitas extranjeras se han compensado con el incremento de los turistas de nuestro país, que han cubierto ese vacío.

Teniendo en cuenta que septiembre suele ser el segundo mejor mes en número de visitantes -junto a mayo-, y que la tónica se prevé que se mantenga, todo hace pensar que la remontada está más cerca. Algo a lo que puede ayudar la prolongación del VIII Centenario de la Catedral durante el año que viene. Aunque todavía nos tememos que queda lejos -2022 se prevé aún con cierta incertidumbre- el propósito de la Catedral de alcanzar las 400.000 visitas anuales. Todo dependerá, por supuesto, de la evolución de la pandemia y de las restricciones que se impongan aquí y fuera de nuestras fronteras.

El museo del retablo. Si la Catedral se recupera, la iglesia de San Esteban y los tesoros artísticos que atesora también lo hacen. Circunstancia que se viene notando desde que en 2016 se impuso la pulsera turística que permite compartir entrada con el templo gótico, además de San Nicolás y San Gil.

El Museo del Retablo ha recibido algo más de 7.600 visitas, apenas 800 menos que antes de que el coronavirus hiciera estallar todas las previsiones. Aquí, como en la Catedral, este agosto ha sido incluso mejor que el de 2019, cuando no sabíamos lo que era vivir una pandemia.