Las primeras y los últimos

R.P.B.-A.G. / Burgos
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El elegante edificio del paseo de la Isla que ha acogido durante tres siglos a los alumnos y profesores del colegio Niño Jesús cerrará mañana sus puertas. Diseñado por el arquitecto Vicente Lampérez, fue inaugurado en 1897

Mañana por la tarde habrán enmudecido para siempre los patios del colegio Niño Jesús. A los frondosos castaños que cobijan y se asoman a ese espacio de albedrío y luz les espera en adelante el silencio y la proyección de una sombra solitaria: ya no habrá en ellos gritos, ni risas, ni juegos, ni balonazos que interrumpan este recoleto rincón de la ciudad, este vergel vital acunado por la plaza de Castilla. Después de tanto tiempo...Después de aquella primera hornada de alumnas que en 1897 insuflaron por primera vez de vida el elegante edificio diseñado por Vicente Lampérez; aquellas señoritas, aquellas niñas, aquellas Damas Negras que posan en las fotografías de la época con esos rostros serios, de expresión adulta, fueron las primeras alumnas, la primera de una extensa lista de generaciones de escolares. Hoy corretean por sus patios y se sientan en sus vetustos pupitres los últimos colegiales, los depositarios de aquella aventura educativa que se clausurará mañana en su emplazamiento del paseo de la Isla.

La historia del colegio Niño Jesús se extiende a lo largo de tres siglos. Fue en agosto de 1891 cuando llegaron a la ciudad las primeras religiosas francesas del Niño Jesús, que vieron en la ciudad de Burgos la oportunidad de educar, ya que existía una burguesía que demandaba formación religiosa, social y cultural para sus hijos, y las hermanas francesas del Niño Jesús vieron su oportunidad de educar en Burgos. El profesor de este centro e historiador Santos Rivas, que ha buceado minuciosamente en los orígenes del colegio, señala que empezaron a formar a alumnas de clases altas y populares el 1 de septiembre de 1891 en la llamada Casa Borja, situada en el número 5 del Paseo de los Cubos, frente a la Iglesia de las Salesas, que fue la primera sede.

En 1896 se puso la primera piedra de la actual, cuya historia está llena de avatares. El centro se asentó pronto. Y comenzó a crecer. En 1910 se amplió con un pabellón escolar adosado. Pero en 1933, ante el temor que sienten por las medidas adoptadas por el gobierno de Azaña tras la promulgación de la Ley de Congregaciones Religiosas que impedía impartir educación religiosa, se marchan a París. Regresan 20 años después. Y en ese refundación compran, en 1958, el edificio del antiguo Banco de España, anejo al centro.

A partir de 1965, el centro asume el reto de combinar las clases de Bachillerato y Secretariado con la guardería de las alumnas más pequeñas, que acogerá a niñas de entre 1 y 3 años cuyas madres trabajan. Los años 70 fueron complicados para el mantenimiento del Bachillerato.En 1977 se convirtió en Cooperativa de Padres de Alumnos bajo la dirección de un seglar, Carlos Galaz, quien en los años 80 asumió la dirección general del centro hasta mediados de los 90. La EGB pasó a ser mixta en los mejores momentos del centro, cuando había entre 40 y 45 alumnos por aula. El Niño Jesús cuenta hoy con clases de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato. Cierra una etapa y abre otra. Se deshabitará el viejo colegio, pero el nuevo seguirá educando a nuevas generaciones, rumbo al siglo XXII.