«La llamada de la selección me da una motivación extra»

CARMELO PALACIOS
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Miquel Salvó desvela sus sensaciones tras entrar en la prelista de Scariolo, repasa el momento dulce que atraviesa con el Hereda San Pablo y se moja a la hora de hablar del presente y el futuro

Miquel Salvó ha pasado de apenas tener minutos a ser un jugador muy importante para Peñarroya e incluso ser citado por el seleccionador nacional. - Foto: Alberto Rodrigo

Cuando Miquel Salvó llegó a Burgos procedente del recién descendido Gipuzkoa Basket era difícil imaginar que acabaría ocupando el puesto del americano de turno y rindiendo a un nivel que provocaría la llamada de la selección española. Sin embargo, este alero catalán de 26 años no parece dispuesto a permitir que nada ni nadie le detenga. Trabajó en la sombra durante los primeros meses, se ganó la confianza de Peñarroya, brilló en la Fase Final Extraordinaria de Valencia y esta temporada se ha consolidado como un jugador importante dentro del proyecto azulón. Sin duda, una prueba evidente de que el esfuerzo saca a relucir el talento.

Le incluyó Sergio Scariolo en la prelista para la Ventana FIBA de esta semana, pero finalmente se cayó de la convocatoria definitiva, ¿qué sensación le deja?
Igual para otros jugadores no es algo significativo, pero para mí es muy importante porque soy un chico que viene de abajo. Me hizo mucha ilusión. Me quedo con dar un pasito más en mi carrera y sacar la cabeza en la selección, aunque sea una prelista.

¿Intuía que podía quedarse fuera a última hora?
Sí, me lo dijeron desde un principio. Era uno de los tres jugadores que podía quedarme en el corte. Aun así, la llamada de la selección me da un punto de motivación extra. También me hace creer más en mi trabajo, al final es una muestra de que las cosas se están haciendo bien tanto individualmente como colectivamente.

¿De quién se acordó cuando le llamaron?
Miras atrás y piensas en a todas las personas que te han ayudado, desde el equipo de mi ciudad hasta el San Pablo, pasando por todos los entrenadores que me apoyaron en el camino.

Recibes muchas felicitaciones de amigos, familia e incluso aficionados que se alegran por ti.

Ahora es un momento dulce, pero cuando no jugaba al principio en el Hereda San Pablo, ¿llegó a arrepentirse de venir a Burgos?
Nunca he dudado de mi decisión de venir aquí, ni cuando no jugaba. Casi todos los jugadores pasamos por momentos así y tienes dos opciones: hundirte, darlo por perdido y echar la culpa a los otros o ver qué está fallando, mejorarlo y trabajar cada día. Yo creo que esto último lo he hecho hasta el día de hoy y voy a seguir así.

En estos tiempos de fuego a discreción en las redes sociales, ¿cómo lleva la crítica?
La verdad es que he sentido muy querido desde que he llegado a Burgos. Sí que hubo alguna crítica puntual al principio, pero la supe usar para motivarme y cambiar así su opinión. Haberlo logrado me hace doble ilusión.

Lo que no le hizo demasiada ilusión fue que se jugara el duelo ante el Fuenlabrada en unas circunstancias tan adversas, ¿cree que al final les ha acabado haciendo más fuertes?
Eso fue lo que nos comentó Joan (Peñarroya) después del partido. Nos dijo que nos haría más fuertes en un futuro. Nosotros tuvimos la oportunidad de no jugar y que el club recibiera una multa económica, pero creímos que era mejor luchar hasta el final con los que estábamos. En ese momento, estaba jodido y de ahí las declaraciones un poco subidas de tono que hice. No puedes creer que dos jugadores que llevan 10 días en la cama pueden salir a competir. A día de hoy, sigo sin entenderlo y nos perjudicó en un partido importante para estar en la Copa, pero me alegro que se haya cambiado la norma.

¿Se esperaba que la plantilla reaccionara tan bien después de vivir una situación tan delicada?
En ese momento, era una locura pensar que íbamos a ganar tantos encuentros. Lo cierto es que, aunque suene a tópico, nos centramos en ir partido a partido. Era una situación nueva para todos y conseguimos encontrar algo de sentido en ese descontrol. Parece que lo hemos hecho fácil, pero detrás hay mucho trabajo.

La sensación desde fuera es que este San Pablo puede ganar a cualquiera, ¿lo sienten así también el vestuario?
Sí, rotundo. Nos sentimos capaces de competir y ganar a cualquiera y vamos a afrontar cada partido así. Ahora viene el Real Madrid y saldremos con el objetivo de ganar. Queremos alargar lo más posible esta racha de buen juego y de solidez defensiva.

¿Hay mejor plantilla que el curso pasado?
No me gusta comparar porque creo que puede ser una falta de respeto a los excompañeros o a los compañeros.

¿Se ve debutando en la Copa del Rey en febrero?
Sería increíble jugarla. Sí me veo debutando esta temporada. La pena es que es muy difícil que pueda haber afición y sin ella la Copa no es lo mismo.