El bajo uso del coche en cuarentena dobla las averías leves

FERNÁN LABAJO
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Las ITV detectaron en 2020 un récord de pequeñas deficiencias. También se debe a que cada vez se ahorra más en revisiones

El bajo uso del coche en cuarentena dobla las averías leves - Foto: Alberto Rodrigo

Nada más levantarse el primer estado de alarma a finales de junio de 2020, cientos de vehículos se agolparon en las estaciones de ITV para poder pasar la revisión y eludir la multa tras acumular meses de retraso por el confinamiento. Fue el gran problema al que se enfrentaron los empleados de estas plantas, incapaces de dar abasto ante dicho aluvión. Poco a poco, y gracias a las moratorias concedidas por el Gobierno, fueron recuperando el pulso. Los conductores también sufrieron las consecuencias de un parón tan severo: las averías. Según los datos facilitados por la Consejería de Empleo e Industria de la Junta de Castilla y León, las 278.601 inspecciones desvelaron 102.355 deficiencias leves, el doble que el año anterior.

Debido a la pandemia, se produjo un ligero descenso del número de coches, camiones y motocicletas que pasaron por las plantas de ITV de la provincia de Burgos. La explicación a esto es lógica. Aquellos usuarios que tenían que haberla pasado durante los tres meses de encierro se beneficiaron de aplazamientos proporcionales al tiempo de confinamiento. El resto de conductores dependían por tanto de esas citas atrasadas y todo terminó en una especie de efecto dominó en el que muchas etiquetas que caducaban en diciembre pudieron acudir a principios del presente ejercicio.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)