Caderechas prevé recolectar 500.000 kilos de cerezas

S.F.L.
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Pese a que el fruto quedó arrasado en las zonas bajas del Valle tras las heladas de abril, en los pueblos altos apenas se dañó. La campaña de recogida comenzará en 15 días y se alargará hasta finales de agosto

Las cerezas de las zonas bajas comenzarán a recogerse en dos semanas. - Foto: S.F.L.

La campaña actual de la cereza en el Valle de Caderechas viene, según los productores «bastante cargada», a pesar de que las zonas más bajas del territorio (Salas de Bureba, Bentretea o Terminón) perdieron aproximadamente el 75% de la fruta con las heladas de abril. Calculan que se recogerán «en torno a los 500.000 kilos», una cantidad superior a las últimas cinco anualidades, que apenas superaron los 300.000 como consecuencias de las inclemencias meteorológicas. .

 Las suaves temperaturas registradas durante el invierno aceleraron el ciclo vegetativo de las cerezas más de dos semanas y el hielo volvió ha damnificar buena parte de la cosecha. No obstante, la de las fincas más elevadas del Valle, como en Herrera, Madrid de Caderechas o Huéspeda, se desarrolló más tarde, por lo que apenas sufrió las consecuencias del hielo y la nieve.

Sin disponer todavía de los datos definitivos, los productores estiman que en esta campaña se pueden llegar a recoger alrededor del medio millón de toneladas en todo el área, no solo bajo la marca de garantía, que en una campaña «normal» llega a producir unos 200.000 kilos de cereza, una cifra que según Juan José Gandía, productor y presidente de la Asociación de Productores y Comerciantes Las Caderechas, «tiende a crecer años tras año, por la ampliación de las plantaciones, no porque haya más gente que se dedique al campo, porque hay cantidad de fincas y cerezos abandonados», expone.

todavía existe riesgo. Conscientes de que dependen exclusivamente del tiempo y de que, ante los cambios radicales poco pueden hacer, los fruticultores se aferran a que durante los próximos quince días no llueva en demasía, ya que la cosecha podría entonces peligrar. «El hielo ya no nos preocupa tanto aunque aquí siempre estamos mirando al cielo y pendientes del termómetro. Esto es Burgos», manifiesta Gandía. Aún así, esperan que no caiga mucho agua ya que no es lo mismo que la cereza se mantenga seca a húmeda, teniendo en cuenta que el frutal es bastante sensible al exceso de agua.

La entrada en junio también es una época delicada al llegar el momento de que el árbol elige la cereza. Es decir, rechaza a las que no han polinizado bien. «Entramos en una situación arriesgada ya que puede que el aspecto de una cereza sea normal pero realmente no se ha producido el proceso de polinización correctamente, por lo que acaba por caer al suelo», explica.

La campaña de recogida del poco fruto rojo que se ha conservado en los pueblos más bajos del Valle comenzarán a recogerse a partir de mediados de junio; y las de las localidades más elevadas los últimos días de este mes o los primeros de julio. Como viene siendo ya habitual, los fruticultores requerirán el apoyo de la mano de obra para la recolección. Gandía asegura que ha vuelto a recibir múltiples llamadas de personas de la comarca de la Bureba interesadas en trabajar durante la campaña de verano, aunque ya cuenta con su equipo de siempre. 

Sin ferias, pero con eventos gastronómicos.

La covid-19 se lleva por delante por segundo año consecutivo la Feria de la Cereza de Aguas Cándidas. Los miembros de la Asociación de Productores y Comerciantes Las Caderechas, titular de las Marcas de Garantía Cereza y Manzana Reineta, han optado por no celebrar tal evento.

Las condiciones de los pequeños pueblos del Valle no permiten asegurar todos los requisitos sanitarios que deben cumplirse, por lo que habrá que esperar un año más para disfrutar de uno de los eventos más multitudinarios de la zona. Con respecto a la Feria de la Manzana, la organización aún no se ha pronunciado.

Con el fin de seguir promocionando el fruto rojo se ha optado por concentrar todos los esfuerzos en la puesta en marcha en Burgos, Miranda y Aranda de eventos en los que se organizarán charlas, catas y elaboraciones gastronómicas. Actualmente trabajan en la programación.