La ciudad pierde la única ambulancia de Cruz Roja que tenía

A.G.
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El 29 de abril dejó de estar operativa por ley debido a que ya ha cumplido diez años de utilidad. Los voluntarios lamentan esta situación y dicen sentirse ninguneados por la dirección de la entidad no gubernamental

La entidad no ha aclarado si plantear adquirir una nueva o utilizar las de la provincia para la capital. - Foto: Patricia

La única ambulancia que tenía Cruz Roja en la ciudad para atender emergencias y permanecer en los actos públicos por si ocurría alguna catástrofe dejó de estar operativa el jueves de la semana pasada. En la normativa que rige el transporte sanitario -una orden del año 2013 que desarrolla el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres en materia de transporte sanitario por carretera- se indica que este tipo de vehículos no podrán superar la antigüedad de diez años contados desde su primera matriculación. Esa fecha se cumplió el pasado día 29 de abril.

El voluntariado que se ha ocupado de utilizarla hasta ahora ha mostrado su enorme descontento por este hecho ya que todo apunta a que no va a adquirirse otro vehículo que la sustituya. La entidad, al ser preguntada sobre este particular, no contestó de forma concreta si se va a comprar una nueva o no sino que se limitó a enumerar el resto de vehículos que tiene Cruz Roja en otras localidades de la provincia: "Existen y se encuentran en pleno uso otras cuatro ambulancias en la provincia de Burgos. La de Aranda de Duero cumple los diez años en 2023, en Miranda una lo hace en 2024 y otra en 2031 y la de Villarcayo lo hará en 2029".

A las personas que se encargaban de que la ambulancia estuviera operativa este asunto les venía preocupando desde hacía mucho tiempo, por lo que transmitieron al coordinador de Socorros y Emergencias, que es como se denomina esta actividad, la inquietud por el hecho de que la ciudad de Burgos se quedara sin el servicio. "Nos dio la impresión de que aprovecharon el tema de la pandemia para alegar que se han producido muchos gastos y así justificar que no haya compra de un vehículo nuevo, pero esto es algo que no se sostiene ya que desde antes que comenzara la crisis sanitaria ya lo habíamos puesto sobre la mesa y había dado tiempo de sobra para comprarla si hubiera habido voluntad", asegura un portavoz.

Por otro lado, están también molestos porque ni por parte del presidente de la entidad, Arturo Almansa, ni de la secretaria provincial, Concha Pérez Bárcena, se les ha dado explicación alguna sobre la nueva situación. A partir de ahora entienden que seguirán yendo a los actos pero con otro tipo de vehículo: "Iremos a un servicio preventivo sin ambulancia, quizás para transportar algún tipo de material con otro vehículo, pero si pasa algo tendremos que llamar al 112".

La ambulancia que se acaba de jubilar estaba dotada de soporte vital avanzado (que incluye equipamiento para el traslado del paciente, inmovilización y material de rescate y protección, entre otros) y tenía la consideración de UVI móvil cuando contaba entre su personal voluntario con un profesional enfermero. En función del tipo de servicio que daban iban más o menos efectivos, que están formados en primeros auxilios y en socorrismo. En este sentido, también lamentan que la formación por parte de la entidad no haya sido más frecuente e intensa y expresaron la sensación de "sentirse abandonados" por parte de Cruz Roja de Burgos. En los últimos tiempos, de todos los voluntarios de la ambulancia apenas sí acudían entre 15 y 20 "debido al desánimo que ha cundido entre todos nosotros porque es que en los últimos años nadie, absolutamente nadie de la dirección se ha molestado ni siquiera en conocernos": "Desde que desapareció el servicio militar y después la objeción de conciencia en Burgos capital el descenso de voluntariado ha sido permanente como consecuencia de una gran desmotivación por este desinterés. En cualquier caso, siempre nos quedaremos con la buena sensación de haber hecho una gran labor social y el haber conocido a muchos amigos que aquí nos hemos encontrado".

Al contrario de lo que ocurre en otras localidades de la provincia, el servicio de ambulancia de Burgos no ha manejado en los últimos años directamente sus ingresos sino que, por decirlo de algún modo éstos iban a la "caja general", lo que a juicio de los voluntarios ha sido perjudicial. Por otro lado aseguran que no es en absoluto deficitario "sino todo lo contrario" y lamentan que ahora quienes precisen de una atención de estas características va a tener que pagarla a una empresa privada "y le saldrá mucho más caro". Finalmente, apelan a las instituciones como la Diputación o la Junta de Castilla y León para que sigan apoyando su actividad "como venían haciéndolo hasta ahora".