No es precisamente la época en que más autobuses pasan -debido a las restricciones por culpa del coronavirus- pero como la climatología ha traído de nuevo el mal tiempo y las lluvias a la capital, los vecinos de la zona del Parque de los Poetas  alzan la voz para reclamar marquesinas en las paradas de la avenida de Castilla y León. Los habitantes de los bloques situados a la altura del G-2 no entienden por qué no pueden aguardar al autobús municipal bajo techo, «cuando en otros puntos» de esta arteria de la capital  sí que existe protección para los usuarios del transporte público.

En época de buen tiempo «da igual», comenta una representante de los vecinos, «pero cuando llueve o sopla el viento debería haber una marquesina» que resguarde a quienes esperan. En la mano de la avenida de Castilla y León donde hay edificios -a la altura de Luis Cernuda- «los vecinos se pueden guarecer debajo de los portales», pero en la acera de enfrente -la pegada al parque lineal del Río Vena- no hay ningún lugar que dé cobijo a los usuarios del bus. «Algunos optan por quedarse en la margen de los inmuebles, «pero es mucho arriesgarse porque en ocasiones no se llega a tiempo de cruzar y coger el autobús en dirección al centro de la ciudad».

Esa es una de las reclamaciones de los vecinos de esta zona de la capital. Otra es la colocación de pasos elevados en los pasos de cebra de la avenida de Castilla y León, donde «muchos ciudadanos se juegan la vida a diario». Los representantes vecinales critican que muchos coches, al salir de las rotondas, «pasan como balas y no respetan a quienes están cruzando». Además, advierten, se trata de una zona de «mucho trasiego de menores que van y vienen cada mañana al instituto». Si no es un paso elevado «al menos que instalen algún otro dispositivo de disuasión», incluso «semáforos», piden algunos vecinos.