El pasado mes de marzo un ciclón devastó Mozambique. Los misioneros que trabajan en esa zona se pusieron manos a las obras. También las Hijas del Calvario, que tienen una casa abierta en Burgos, en la calle Pradoluengo. Su superiora provincial, Casilda Barbero, ha unido sus manos con las del director provincial de Ibercaja Burgos, Eduardo Hernández, y el presidente de la Fundación Cajacírculo, Emilio de Domingo, en la firma de un convenio de 5.000 euros. Una cantidad que se destinará a la reconstrucción de las casas que echó abajo el ciclón. 14 familias podrán disfrutar de estos nuevos hogares, donde podrán vivir personas vulnerables, inválidas, ciegas y leprosas, que ahora se encuentran refugiadas en las instalaciones de la misión religiosa o en tiendas de campaña.