Los tesoros de la antigua Valpuesta

A.C.
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Los sondeos arqueológicos previos a la urbanización de la plaza han descubierto un horno de pan o la cimentación de una casa medieval

Panorámica de la plaza de Valpuesta con varios sondeos abiertos. A la derecha, oculta en la foto, estaría la colegiata. - Foto: A.C.

La Valpuesta medieval, la que esta bajo tierra y pocos imaginan está aflorando estos días gracias a la docena de sondeos arqueológicos que está realizando la empresa Qark Arqueología por encargo de la Consejería de Cultura y Turismo. Previos a las obras que urbanizarán los 2.250 metros cuadrados de la plaza y el entorno de la magnífica colegiata valpostana, los trabajos que dirige Leandro Sánchez Zufiaurre, han permitido descubrir el antiguo horno de pan de la colegiata que se construyó sobre la antigua torre del siglo XIV, así como la cimentación de ésta;los vestigios de un horno que aún se desconoce si fue para cocer tejas u otros elementos; o los vestigios de una vivienda que pudo ser la precursora de una segunda torre medieval.

A pocos centímetros bajo tierra aparece el pavimento de canto rodado que se colocó en la plaza en 1819 coincidiendo con la constru-cción de la torre que se levantó sobre otra medieval. La lectura estratigráfica del edificio realizada en 2015, cuando Sánchez Zufiaurre dirigió un estudio arqueológico de la arquitectura de la colegiata, permitió conocer estos detalles.

El pavimento de canto rodado no ha sido una sorpresa, como tampoco las tumbas de lajas dispuestas de este a oeste en una plaza que es una necrópolis. En este momento no está previsto excavarlas, pero «si se hará una propuesta de la topografía de la necrópolis para que las obras no le afecten», explica el arqueólogo. El informe de Qark Arqueología determinará las medidas correctoras del proyecto constructivo de la plaza, cuyas obras ya han sido adjudicadas por la Diputación a Construcciones Aplibur por 237.600 euros. Las opciones pasan por una completa excavación arqueológica de toda la plaza o por un control arqueológico durante el transcurso de las obras para que se conserve toda la información que vaya arrojando el subsuelo sobre el pasado de una localidad que fue epicentro de la repoblación del norte en el siglo IX.

El canto rodado cubrió toda la plaza desde 1819 hasta que lo fue cubriendo la tierra.El canto rodado cubrió toda la plaza desde 1819 hasta que lo fue cubriendo la tierra. - Foto: A.C.

Fue en el año 804 cuando el Obispo Juan fundó Valpuesta sobre la antigua iglesia de Santa María. Las obras se sucedieron siglo tras siglo. Solo del claustro hay tres construcciones, en los siglos XI, XII y XV, el gótico que ha quedado y fue restaurado hace pocos años por la Consejería de Cultura y Turismo. En Valpuesta hubo una primera iglesia románica del siglo XII, que acabaron rompiendo para adosarle una torre dos siglos después. De la torre solo quedan dos paños, uno parte del cierre del claustro. La limpieza de todo el escombro que la cubría ha descubierto el antiguo horno de pan de la colegiata, del que queda el arranque de la bóveda de ladrillo y teja y la base de piedra arenisca. Enfrente, se sabe que estaban las cocinas.

Asimismo, se pueden ver las saeteras de la antigua torre e incluso la quiciadera, donde se enganchaba el quicio de la puerta y otros elementos constructivos. El sondeo va a continuar profundizando para encontrar los materiales que la daten con exactitud, aunque el equipo de Qark está convencido de que se levantó en el S.XIV.

Junto a la torre de Valpuesta, que se conserva frente a la colegiata, se ha sondeado un terreno anexo. Allí ha vuelto a salir el empedrado, en el que incluso quedan marcadas las rodadas de los carros y también se han hallado los vestigios de una construcción medieval, que por su forma de semicírculo sería una «casa de las elites», como explica Leandro Sánchez, quien ve en esta edificación una precursora de la torre, que indica que hubo ocupación desde la Alta Edad Media.

Otro de los sondeos se va a realizar en el interior de la torre, en la que el arqueólogo Iván Sánchez ya llegó al nivel del S. XIV. Se va a retroceder aún más en el tiempo y a realizar un modelo en 3D del edificio mediante fotogrametría, técnica que permite obtener mapas y planos por medio de la fotografía aérea.

Mientras, la empresa Aibur casi ha concluido la restauración del pórtico de la colegiata, de 1730, así como algunas mejoras en el interior del templo, que han cofinanciado la Diputación (60.000 euros)y el Arzobispado (16.000).