"Los bibliotecarios no somos señoras con moño y gafas"

Almudena Sanz
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La Asociación de Profesionales de las Bibliotecas de Burgos planea una campaña de difusión para derribar estereotipos que incluye regalo de marcapáginas, un ciclo de cine y eventos en la Feria del Libro

Fernando Izquierdo, en una imagen de archivo, es el presidente de la Asociación de Profesionales de Bibliotecas de Burgos. - Foto: Patricia González

Romper la imagen que el imaginario colectivo aún tiene de una biblioteca como un lugar oscuro, donde reina el silencio y está atendido por señoritas Rottenmeier o señores grises con monóculo es una misión a la que están lanzados los responsables de estos centros, pero también sus trabajadores. La Asociación de Profesionales de las Bibliotecas de Burgos, entidad que cumplirá dos años en abril, se ha propuesto como meta borrar ese dibujo de la mente de la población y ha proyectado un plan de difusión a desarrollar a lo largo de lo que queda de año, coronavirus mediante.

«Queremos dar a conocer qué es esto de ser bibliotecario. Tenemos que trabajar para romper estereotipos. En el imaginario colectivo se nos asemeja a mujeres, moño y gafas, a personas que están todo el día leyendo, que nos aprendemos todo el fondo. Somos una de las profesiones de las que se desconoce cuál es nuestro trabajo y ansiamos cambiar esta realidad», introduce el presidente del gremio, Fernando Izquierdo, que, como el resto de sus colegas, dista mucho de ese retrato.

«Atendemos a gente de 0 a 99 años, de toda condición y con todas las inquietudes culturales. El abanico es amplio. Nos adaptamos a la demanda cultural de los ciudadanos. No estamos anclados», aclara convencido de que cuanto más los conozca el ciudadano más partido podrá sacar de este servicio esencial e incluso habrá quienes lo descubran por primera vez. 

«Muchos vienen y se sorprenden de que dejemos revistas, tengamos acceso gratuito a internet, cursos de informática básica, exposiciones de artistas del barrio o préstamo de libros, series y películas a través de las plataformas electrónicas», observa el presidente a partir de su propia experiencia en la biblioteca Miguel de Cervantes. 

Esa campaña de divulgación empieza por asomarse a los hogares a través de internet. Ya tienen una página web, www.apbiblioburgos.es, fundamental para estar en contacto con los socios (actualmente 35) y el resto de ciudadanos.

Del mundo virtual al físico. Su plan de acción incluye el reparto de marcapáginas en todos los centros de la provincia, con el lema Pregúntate quién es tu bibliotecario, y la organización de un ciclo de cine con películas con los distintos tipos y realidades de la profesión. 

Las proyecciones se realizarán en la Biblioteca Pública (San Juan) y las fechas aún están por determinar. Se exhibirán El nombre de la rosa, A propósito de Henry, La historia interminable y Cartas a Iris. «Los filmes muestran lo que creemos que debe ser un bibliotecario y lo que no y qué utilidades tiene una biblioteca», matiza Izquierdo, que, aunque la asamblea se ha tenido que posponer por la situación social actual, ya sabe que repetirá en la presidencia a tenor de las candidaturas presentadas.

Su misión de derribar prejuicios los llevará fuera de las paredes de sus centros. El año pasado vivieron una experiencia inolvidable en el área de psiquiatría del Hospital Universitario con un recital de poesía y música y este mes de junio repetirán con una propuesta sobre cuentos con final insospechado. 

Antes pasarán por El Espolón. Los libreros se presumen como uno de los principales aliados en la consecución de esta meta. Y la participación en la próxima Feria del Libro es uno de los desafíos que más los ilusionan. Cruzan los dedos para que la pandemia del Covid-19 no los agüe la fiesta. 

Aunque aún con detalles por perfilar, su idea es exprimir el escaparate que supone este encuentro, a celebrar del 22 al 31 de mayo en El Espolón, para ganar visibilidad entre el gran público. 

Dos son las actividades que proponen. Desean un espacio propio en el que el bibliotecario recomiende títulos en función de los gustos de cada lector y pondrán en marcha La biblioteca humana, una iniciativa internacional que transforma a una persona en un libro de modo que cuenta su historia al resto en un acto íntimo, con aforo muy limitado. Los protagonistas suelen ser perfiles que transitan fuera de la masa social con algo que contar como gente con algún tipo de discapacidad, desempleados, con traumas tras sufrir alguna adicción... 

Con esta batería de propuestas, los bibliotecarios quitan las horquillas al moño y se desmelenan.