En torno a 130.000 contratos, el 90% de los que se realizan en la provincia de Burgos durante el año, se verán afectados -en mayor o menor medida- por las medidas urgentes para la reforma laboral pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos. El Real Decreto-ley 32/2021 ha puesto coto al abuso de la temporalidad en el mercado laboral, también en el provincial, aunque sus efectos reales se empezarán a notar en el empleo y en las empresas a partir del 31 de marzo, cuando entre en vigor toda la reforma de la contratación temporal.

El cambio intenta romper la foto fija del empleo desde hace muchos años. En Burgos, 9 de cada 10 contratos que se firman a lo largo del año son temporales y la mayoría de los mismos apenas duran horas o unos pocos días, lo que hacía imposible consolidar una carrera laboral para muchos colectivos vulnerables, especialmente los más jóvenes, las mujeres y los desempleados mayores de 50 años.

«Si hasta ahora el sistema se articulaba en contratos indefinidos y temporales, ahora se presupone que todos los contratos son indefinidos de entrada y solo se puede hacer un contrato temporal si hay una causa muy bien argumentada y tasada. Si no existe esa causa, estamos hablando de un trabajador fijo», resume Íñigo Llarena, vicesecretario de FAE, responsable del departamento jurídico de la patronal y experto en la reforma laboral, en cuyo diseño y negociación ha participado activamente.

(Más información en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)