El HUBU ha derivado a San Juan de Dios a 13 pacientes con necesidad de cuidados paliativos y a otros 44 de larga estancia desde el pasado 23 de diciembre, cuando la Consejería de Sanidad y la Congregación religiosa llegaron a un principio de acuerdo para que el centro privado continuara haciéndose cargo de los enfermos crónicos de Sacyl, al menos, durante el 2022.

La gerencia del hospital público solicitó ese mismo día poder contar de nuevo con el apoyo de San Juan de Dios, dado que la presión por la covid ya había obligado a dedicar dos plantas a los pacientes contagiados y se sabía que iba a ir a más porque las incidencias acumuladas estaban disparadas. Entonces, de hecho, eran 46 los ingresados por covid y tres semanas después, cuando la sexta ola de contagios empezó a tocar techo, se superaba el centenar. Ayer eran 106, distribuidos en cuatro plantas.

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