El Congreso de los Diputados ha incluido dentro del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 una enmienda que plantea la doble factura de regadío para los agricultores, con el fin de abaratar sus costes. Organizaciones agrarias como ASAJA llevan años demandando el reconocimiento del carácter estacional del regadío, exigiendo la posibilidad de contratar una doble tarifa de riego con diferentes potencias, según los períodos de uso en un año, con el objetivo de que bajen los gastos energéticos del regante.

La propuesta aprobada prevé su desarrollo reglamentario en el plazo de seis meses y obliga al Gobierno a presentar en el mismo periodo un Plan de Fomento de la Eficiencia Energética en las Explotaciones Agrarias, en cumplimiento de la Ley de Economía Sostenible de 2011, así como una auditoría de costes sobre las eléctricas y su influencia sobre el precio. ASAJA valora la enmienda como «positiva, justa y necesaria para los regantes» y espera que se desarrolle, evitando que se duerma en un cajón, y se apruebe definitivamente.

Hay que recordar que la doble cuota de potencia eléctrica fue una medida que se tomo, de manera provisional como muchas otras, a causa de la pandemia. Entonces, aprovechando la situación, ASAJA volvió a exigir que la normativa se perpetuara en el tiempo y no acabara con la crisis, desarrollando la Ley 1/18 de 6 de marzo en función de las necesidades del agricultor y de sus cultivos; y que la potencia contratada se pudiera cambiar dos veces en el mismo año.

Si se desarrolla y se aprueba definitivamente esta nueva modalidad contractual, los regantes podrían ahorrarse una parte importe de los costes fijos de la energía, que de media representan el 70% de sus gastos. Máxime, teniendo en cuenta que desde el año 2008 hasta ahora las facturas se han incrementado en un 120% y el término de potencia en más de un 1.100%.