Pasa el día confinado en su domicilio de Madrid atento a la evolución de los acontecimientos, pero para Juan Carlos Higuero cada jornada que acontece le acerca más a la idea de que, finalmente, los Juegos de Tokio no verán la luz el próximo mes de julio; quizás, tampoco a lo largo de todo 2020. Así lo ha valorado para DB el ex atleta arandino en visos de la situación global por coronavirus que atraviesa el planeta, pero también tras conocer el comunicado ofrecido por el Comité OlímpicoInternacional el pasado domingo en el que éste anunciaba que se daría cuatro semanas más para pronunciarse definitivamente sobre la cita.
«Estamos en una situación de alerta en la que todos tenemos que tener responsabilidad», ha destacado Higuero en un discurso en el que el ribereño ha alabado además el «altavoz» y papel protagonista que el mundo del deporte tiene como «concienciador de la sociedad» frente a esta crisis.
Y es que, como apunta, a pesar de que el máximo organismo internacional haya querido mantener la fecha del 24 de julio como inicio a los JJOO, «la fuerza de las federaciones ha pesado mucho», y ahora el COI se ha visto, al menos, obligado a revisar su hoja de ruta ante las declaraciones oficiales de países como Canadá o Australia de negarse a participar. También, gracias a las presiones de otras potencias como la federación de natación estadounidense.
No obstante, y como destaca cauto, «que se hayan dado una tregua, no implica que los JJOO hayan quedado suspendidos». Sí tocados puesto que, como aventura, su aplazamiento está al caer. «Creo que acabarán anunciándolo antes de esas cuatro semanas», manifiesta, «porque en una situación como la que estamos atravesando, su celebración sería ahora más una ficción que una realidad».
De hecho, como se encarga de recordar el propio Higuero, «tanto la Eurocopa como la Copa de América ya se han suspendido». Grandes eventos en consonancia a los JJOO a los que no les ha temblado el pulso a la hora de relegar la competición a un segundo plano, y argumentos extra para los más críticos con la organización que pueden poner en liza la futura decisión que pueda adoptar finalmente el COI.
Una decisión en la que se manejan potencialmente tres fechas: aplazamiento hasta octubre-noviembre; celebración en 2021 (aunque coincidiría con los Mundiales de natación y atletismo), y prórroga hasta 2022. «De todas esas fechas, creo que la peor es sin duda 2022», ha sentenciado Higuero. «Para ese año, los atletas que han hecho la mínima ya habrán perdido forma y envejecido, por lo que no acabo de verlo».
Menos mala sería, en su opinión, la celebración durante octubre y noviembre de 2020, aunque en este caso el arandino añade que, «a pesar de que Japón esté insistiendo, a varios comités olímpicos, incluido el español, no les interesaría porque en la actualidad sus atletas están recluidos y habrían perdido meses de preparación». Por ello vaticina que Tokio pasará definitivamente al año 2021. «Si me preguntas directamente, te diría que esa es la fecha. Coincide con varios Mundiales, pero la World Athletics ya está en contacto con el COI para ayudarle a cuadrar calendarios. Además, creo que con tres o cuatro semanas entre medias, los deportistas podrían descansar suficientemente».