Ganaderos critican el retraso en la recogida de cadáveres

A.C.
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Temen ataques de buitres y sufren muchas molestias al tener 4 ó 5 días las reses muertas en la granja

Un camión de Secanim realiza la retirada de una res muerta en una granja de la comarca. - Foto: DB

La pasada semana, un camión de la firma Secanim se llevó por delante 12 metros del pretil del puente de El Vado. Para muchos, la respuesta al accidente era sencilla. Lo achacan al desconocimiento de la comarca y de sus carreteras que tienen los operarios de la nueva firma responsable de la retirada de cadáveres de las granjas de la comarca y de la provincia. Antes ya habían llovido las quejas en sindicatos, como COAG, que ya enviado a Agroseguro una reclamación formal con los nombres de una docena de ganaderos ante los graves retrasos del servicio que han sufrido. Asimismo, tiene previsto trasladar lo sucedido a la Junta de Castilla y León.

Los afectados son más de una veintena en los apenas tres meses en que Secanim lleva operando. En el Valle de Mena, Montija, Losa o Villarcayo han tenido cadáveres en las explotaciones durante cuatro y cinco días cuando hasta ahora la recogida se realizaba en 24 o 48 horas desde la llamada.  Verónica Peña, de Coag, describe que «el servicio no tiene nada que ver con el que ofrecía la anterior empresa, porque los conductores conocían la comarca al detalle». Llevaban desde 2009 recorriendo sus granjas y prestando un servicio que la actual adjudicataria ha comenzado a dar con nuevos chóferes, muy desorientados en la comarca. A ello se añade el problema de que los camiones salen de Burgos, con lo que ya solo de ida y vuelta pierden más de tres horas para llegar, por ejemplo, al Valle de Mena, cuando antes, a los dos operarios de la comarca se les permitía dejar los vehículos en sus casas cada noche para aprovechar el tiempo desde el comienzo de la jornada.

Las quejas se amontonan este verano, pero el mayor número de muertes de animales se produce en invierno, por lo que el servicio podría empeorar. La ganadera Tamara Vicente, de Lastras de la Torre (Valle de Losa), sabe que «en invierno mueren más crías por la nieve o catarros y novillas primerizas por malos partos, además de otros animales por la edad». A ella y a Ángel Luis Gil, de Villasana, que también ha sufrido retrasos, les preocupa además que las reses muertas atraigan a los buitres, ya que «cuando tienen hambre se tiran a todo lo que ven tumbado y más a las vacas parturientas», recuerda Gil. Por ello y para evitar que los viandantes vean a los animales hinchados y llenos de moscas, los ganaderos los ponen a resguardo, bajo techo, tapados con toldos o incluso con contenedores. Aún así, Gil teme críticas de quienes puedan pensar que ha abandonado los cadáveres, dado el olor que desprenden.

Además del malestar por los retrasos, los ganaderos también lamentan que ahora no se les entregue una copia en papel del justificante de la recogida, necesario para el trámite de baja del animal en la Unidad Veterinaria. Los más jóvenes saben sacarlo a través de un enlace por internet, pero hay ganaderos mayores que no dominan las nuevas tecnologías. 

Moción en Mena. El grupo de gobierno socialista en Mena se ha querido hacer eco de estas quejas y llevará el viernes al pleno una moción, en la que critica que «se ha precarizado el servicio» y los días que las reses muertas pasan en las granjas suponen «un riesgo sanitario de bioseguridad». Por otro lado, recuerda como solo Agroseguro tiene el monopolio de la retirada de cadáveres.Por ello, la moción propondrá «solicitar a la empresa Secanim Saria y a Agroseguro que se agilice al máximo el servicio de retirada de cadáveres para evitar causar más molestias a los ganaderos» y «reclamar la celebración urgente de una Comisión de Seguimiento de Recogida de Cadáveres en la provincia con el Ministerio de Agricultura y la Junta para trasladar las quejas de los ganaderos de Mena y el resto de la provincia»