Partido de máxima exigencia para el Blasgón y Ceres

J.A.D.C.
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Los ribereños se miden mañana domingo en el Palau d'Esports al conjunto vallesano (12.30h.)

Elustondo trata de lanzar a portería durante el pasado encuentro ante BM Benidorm - Foto: Jesús J. Matías

Tercera jornada de la segunda vuelta en la Liga Asobal para el Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda. El conjunto ribereño se mide mañana domingo a partir de las 12.30h. a uno de los clásicos de la categoría reina del balonmano nacional, Fraikin Granollers. Un equipo, el de Antonio Rama, que llegará al encuentro ante los pupilos de Alberto Suárez tras haber superado este pasado miércoles en tierras vallesanas a Puerto Sagunto en partido aplazado correspondiente a la jornada nueve (35-32), y que recibirá al cuadro arandino después de haber conseguido encadenar pleno de victorias en su casillero desde que regresara a la competición tras el parón invernal (triunfo también el pasado 2 de febrero en casa ante BM Benidorm por 26-25).

Cifras que hablan por sí solas y que reflejan el estado de forma actual de una plantilla barcelonesa que, con cien por cien de efectividad en sus dos últimas citas, ha conseguido escalar posiciones hasta ubicarse en quinta posición en la tabla (25 puntos). Guarismos a día de hoy sólo superados por Bidasoa (segundo con 29 puntos), y Huesca y Logroño (ambos con 26), que hablan muy bien del proyecto vallesano y que vaticinan que el encuentro de mañana se antojará más que complicado para los intereses arandinos.

Así lo pronosticaba el propio Alberto Suárez en rueda de prensa el pasado jueves y así lo ha corroborado también, en declaraciones previas al encuentro, uno de los jugadores más polivalentes del proyecto amarillo, el lateral navarro Julen Elustondo.

Un Elustondo que, «ilusionado» por su debut mañana en el Palau d’Esports de Granollers (ha reconocido haber acudido con anterioridad como entrenador a alguno de los torneos veraniegos de categorías inferiores que se organizaban en la capital vallesana, pero nunca como jugador), ha destacado sincero que la pista catalana está «llena de historia» e «impone».

Hechos, no obstante, que no apartarán al equipo de su objetivo por muy difícil que sea dado que en el vestuario existe clavada una pequeña «espinita» tras no haber podido sacar nada positivo del encuentro de ida de la primera vuelta.

«Tenemos mucha motivación por ir allí, jugar y ganar», ha señalado, y aunque es consciente de que el equipo debe corregir aún varios errores que les están penalizando en partido, también concluye que «el grupo es fuerte» y está preparado para «cambiar el chip», poder dar ese salto y «comenzar a puntuar ya».