La quinta ola de la pandemia, unida a las últimas restricciones en la hostelería, han hecho mella en el sector hotelero de la capital. Las reservas tanto de turistas nacionales como extranjeros están «contenidas» y han frenado el ritmo de crecimiento experimentado en junio, al tiempo que se han multiplicado las posibilidades de cancelación, convirtiendo el optimismo inicial en sensación de incertidumbre entre el empresariado.

Solo en agosto se mantienen en cierta medida las expectativas debido a la celebración de la Vuelta Ciclista a Burgos y de la Vuelta Ciclista a España, que sale de la Catedral. «Tenemos esa suerte respecto a otros destinos y hay una parte importante vendida», explica el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos, Luis Mata, quien, sin embargo, no traslada esa misma opinión a este mes de julio. En este sentido, asegura que los últimos acontecimientos han provocado que se reduzca la previsión de ocupación, teniendo en cuenta, según apunta, que se ha registrado una «caída importante» de reservas para la Copa del Mundo de Danza, que tendrá lugar a finales de la semana que viene y a la que estaba prevista la asistencia de más de 6.000 personas.

Por otro lado, el pequeño rayo de luz que vieron las agencias de viaje en primavera se ha visto ensombrecido en las últimas semanas con la llegada de la quinta ola de la pandemia. El miedo al contagio y el aumento de los confinamientos por el crecimiento de la incidencia han provocado un parón de las reservas y un mayor número de cancelaciones,

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