Mañana, 21 de noviembre, entra en vigor la modificación de la ley por la que se crea un nuevo impuesto que gravará ) el riesgo de alteración del medioambiente provocado por el combustible nuclear gastado y depositado con carácter temporal en las centrales nucleares situadas en el territorio de la Comunidad de Castilla y León, es decir, en Santa María de Garoña. El tipo impositivo de 6.000 euros por cada elemento combustible elevará a 15 millones de euros la recaudación anual, cuyo destino ser la zona de influencia de la central nuclear.
El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica hoy la nueva ley aprobada por el Pleno de las Cortes el pasado 31 de octubre. El impuesto relativo a este ejercicio se devengará por un importe proporcional al número de días que transcurran entre mañana y el 31 de diciembre.
La propia ley establece que los ingresos procedentes del gravamen sobre las centrales nucleares se destinarán a la financiación de los programas de gasto de inversión en las zonas de influencia de estas plantas, sin concretar qué territorio engloba la zona de influencia. Los Presupuestos Generales de la Comunidad de cada ejercicio contendrán un anexo de inversiones específico, donde se detallarán las actuaciones. Además, en el tercer trimestre de cada año la Junta remitirá a las Cortes de Castilla y León un informe de seguimiento de las inversiones programadas.