Isabel Pérez, Olga Redondo, Alejandro Martínez, Laura de Pedro, Jorge Burgos, Sara Olalla, Iván Samaniego, David Ballesteros, Marta Francés (en representación de Borja González), Beatriz López, Álvaro Martín, Marina Vicario, Laura Alonso y Diego Pintos protagonizaron ayer la gala anual del Club de Empresarios Estela por haber creado un precedente en catorce empresas e instituciones públicas de la provincia: el haber demostrado que las personas con síndrome de Down aportan un valor añadido al negocio o sector que los emplea.

Ellos y ellas representan cada día a ese 2% de las personas con una copia extra del cromosoma 21 que tienen un contrato y una nómina en España; un porcentaje que Down Burgos se ha empeñado en incrementar con eventos como la entrega de premios en la que ayer se reconoció el compromiso de las empresas y organismos que predican con el ejemplo de que la inclusión de las personas con discapacidad intelectual no solo es posible, sino también recomendable.

Hace quince años que Down Burgos celebró la primera edición de esta gala para explicar sin palabras lo que su presidenta, Belén Santamaría, definió como la «importancia de la conjunción de esfuerzos para conseguir los mejores resultados». Así, no solo logra reunir en un mismo espacio a todos los «actores comprometidos» con la inclusión sociolaboral en la provincia, sino que cada año son más quienes acuden a la entrega de premios en el claustro del hotel NH Collection.

Fran Fuentes, Paquito en Campeones (centro), acudió a la gala del Club Estela. - Foto: Patricia

El Club de Empresarios Estela, de hecho, ya está integrado por más de 100 firmas en las que, por ahora, trabajan doce personas con síndrome de Down. Y el objetivo del plan estratégico 2020-2024 es seguir engrosando ese club porque, cuantas más haya, más oportunidades de empleo habrá para los usuarios de Down Burgos.

Entre ellas hay varias compañías que incorporaron hace lustros a su política la filosofía de esta asociación e hicieron contratos indefinidos a los empleados que les propusieron. Es el caso de Benteler, Burger King, Bridgestone, CaixaBank, Hotel Landa Palace, Telepizza y, más recientemente FAE, por lo que es casi tradición que sus representantes aprovechen cada gala para invitar a otros a dar el paso y ofrecer, al menos, una oportunidad. «Es un honor contar con ellos en nuestra plantilla -dijeron ayer directivos de la conocida casa de pizzas- porque nos recuerdan a diario valores como la importancia del trabajo en equipo, la cooperación o de la sonrisa con la que entran cada día en las tiendas».

Otras veces esa oportunidad se presenta en forma de prácticas o convenios de colaboración, lo cual también conlleva un reconocimiento. Ayer, en concreto, fue para  GlaxoSmithKline, Inmobiliaria Río Vena, la Fundación Adecco, la UBU, la Diputación o el Ayuntamiento de la capital. El alcalde, Daniel de la Rosa, destacó en este sentido que cada uno de los trabajadores con discapacidad aplaudidos ayer son «personas que estáis dejando huella, con vuestra labor, vuestros valores y vuestra sensibilidad. Y nosotros tenemos que seguir interiorizándolo y creyéndonoslo, porque esto es la inclusión social».

CAMPEONES

Hace unos años que en las galas del Club Estela - ayer de nuevo conducida por la periodista de Onda Cero Lydia Sainz-Maza- también se reconoce la contribución individual de personas en la consecución de derechos de las personas con discapacidad intelectual.
En esta edición fueron: el experto en síndrome de Down Juan Perera, la pionera en atención temprana específica María Victoria Troncoso o el también investigador pionero Jesús Flórez. Y, junto a ellos, el guionista y creador del fenómeno de masas que fue la película ‘Campeones’, David Marqués, por derribar estereotipos y estigmas en torno a las capacidades diversas.