Salas abrirá un centro de interpretación de las Caderechas

S.F.L.
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El Ayuntamiento pretende atraer a visitantes para que conozcan los pueblos del valle y ofrecer información sobre la flora, la fauna y las rutas de senderismo

Salas abrirá un centro de interpretación de las Caderechas

El equipo de gobierno de Salas de Bureba invertirá casi la totalidad de la partida presupuestaria dentro de capítulo de inversiones -que ascienden a 131.000 euros- a la apertura de un centro de interpretación del Valle de las Caderechas.  La futura atracción turística se ubicará en la Casa de los Gallo, que fue adquirida por el Ayuntamiento hace tres años por un importe de 16.000 euros y que se sitúa en el centro del pueblo, concretamente en la Plaza Mayor.

En un principio, se barajó la idea de levantar un edificio de usos múltiples para que los vecinos tuvieran un espacio más donde reunirse y celebrar los eventos. Sin embargo, la comitiva municipal ha cambiado de directriz y apuesta por la construcción de un espacio en el que los turistas puedan conocer más a fondo los rincones y secretos de la zona y cada una de las localidades que se encuentran en el valle.

El edificio presenta un estado de conservación bastante crítico y por ello, en las próximas semanas comenzará la segunda fase de su rehabilitación, que consistirá en la reforma de las tres plantas de las que consta. La superficie total construida es de 350 metros cuadrados y el centro de interpretación se ubicará en la primera planta. La baja se utilizara -en principio- como almacén municipal y la segunda se dejará diáfana. La primera actuación consistió en la realización de las demoliciones requeridas, la cimentación, el saneamiento y la fijación de la estructura. Estas obras han supuesto un gasto de 37.000 euros, de los cuales, 30.000 han sido subvencionados por la Diputación.

Pese a que cada vez sea más conocido, este rincón de La Bureba transporta a los visitantes a un paraje natural donde los frutales -y en gran medida los cerezos- se convierten en los grandes protagonistas. Sin embargo, una ruta por el Valle de las Caderechas es mucho más que ver sus más de 50.000 cerezos en cualquier estación del año. La zona ofrece varias rutas de senderismo, bellos parajes naturales y pequeñas aldeas con encanto, aún olvidadas por el turismo de masas. Todo esta información y mucha más es la que se quiere aportar a los interesados.

Al contrario de los demás pueblos del valle, en Salas existe movimiento a diario. Residen cerca de 90 personas y en época de vacaciones y en el mes de agosto la población crece hasta las 500 personas. Los turistas que deseen pasar varios días por la zona tienen la opción de comer en el bar Stop y en Las Hermanas. En este último, también existe la posibilidad de pernoctar. Se trata así del único establecimiento que cuenta con plazas de alojamiento en las Caderechas.

El principal fin que persigue el proyecto al edificar el centro es que la llegada -cada temporada más masiva- de visitantes que quieren disfrutar del espectáculo de la floración de los cerezos, dispongan de un espacio donde puedan adquirir conocimientos y reciban explicaciones sobre uno de los espectáculos naturales más famosos de la provincia. «Hoy en día, la gente va un poco a ciegas y se va del valle sin conocerlo realmente del todo», añade Saiz.

 otras actuaciones. El Ayuntamiento salense lleva años dedicando parte de sus inversiones a la pavimentación de calles, y este año, no será menos. «Tenemos fondos suficientes para remodelar la de las Cuevas, que es de las pocas que nos quedan por mejorar», afirma el primer edil. La red de saneamiento la tienen entera cambiada al igual que la iluminación led. En los últimos años, el municipio ha hecho mayor hincapié en la eliminación de barreras arquitectónicas.

LA CASA DEL CURA A LA VENTA POR INTERNET.

Han pasado 16 años desde que el párroco de Salas de Bureba dejara su residencia habitual -próxima a la iglesia del pueblo- por su decadente estado de conservación. En los últimos años, la Diócesis ha sacado a subasta la enajenación de dicho edificio; primero por 200.000 euros y en una segunda ocasión por 180.000, pero en ninguno de los dos casos se llevó a cabo.

Sin embargo, el destino del voluminoso edificio - mandado construir por Andrés Pesquera, abad de la localidad a mediados del siglo XVI, podría dar una nueva vuelta de tuerca. En varios portales inmobiliarios se anuncia su venta por 120.000 euros.

Según el alcalde de la localidad, Rubén Saiz, al poco tiempo de que el edificio quedase vacío un hombre de negocios se interesó en la adquisición del mismo. Recuerda que tenía intención de construir una casa rural.

Sin embargo, por aquel entonces, la Diócesis se negó a venderlo y la única alternativa que le ofrecieron fue el de un arrendamiento por 25 años; pero la alternativa no convenció al empresario. «Desde entonces nadie ha vuelto a preguntar en el municipio por la casa», manifiesta el regidor. En los anuncios de internet describen el inmueble como una casa que antaño pudo tratarse de una abadía-colegiata.

Las dimensiones de la construcción son de 1.140 metros cuadrados. Dispone de dos cuerpos dispuestos en escuadra y cada uno de ellos es de dos plantas. También posee de una torre de tres pisos rematada en campanario. En el interior se distribuyen 15 habitaciones y 5 cuartos de baño. Se encuentra dentro de un terreno de una hectárea.

Actualmente, las cubiertas corren riesgo de desvanecerse y el estado general de la vivienda requiere una gran inversión en su remodelación.