El verano fue mejor de lo esperado e insufló esperanzas a los empresarios después de lograr su primer lleno en agosto por la Vuelta Ciclista a España o el puente de Nuestra Señora de la Asunción, que se extendió también al del Pilar y los Santos. Sin embargo, a la hora de hacer un balance anual la Asociación de Alojamientos Turísticos lamenta que las expectativas iniciales no se hayan cumplido, a pesar de haber mejorado, eso sí, los resultados de 2020, valorado por el sector como el peor de la historia.

Las estimaciones realizadas por la patronal sitúan la facturación a cierre de 2021 en 35,5 millones de euros correspondientes a 670.000 habitaciones vendidas con un precio medio de 53 euros, cinco más que el ejercicio anterior, cuando se comercializaron 500.000 con unos ingresos de 24 millones. El incremento resulta inferior al esperado, ya que las perspectivas de inicio de año hacían pensar en poder alcanzar los 43 millones, acercándose así a los 53 de antes de la pandemia.

Con la crisis sanitaria como telón de fondo, fueron muchos los establecimientos que optaron por el cierre temporal ante el aumento de las restricciones, que se extendieron en el tiempo sin que se pudieran aprovechar fechas clave como la Semana Santa o el puente de la Comunidad. Esto significa, según el presidente de la entidad, Luis Mata, que la reactivación del sector se retrasó hasta por lo menos el mes de junio, cuando ya estaban abiertos todos los establecimientos hoteleros, y que no fue hasta julio cuando se empezó a notar la afluencia de clientes.

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