La catalana Astrid Fina, nacida en Barcelona en 1983, se inició en el snowboard en 2011, dos años después de perder el pie derecho a causa de un accidente de moto. Un año más tarde entró en el equipo nacional y, en 2014, debutó en los Juegos de Sochi (Rusia) con un sexto puesto en cross.
Junto a su entrenador Albert Mallol forma un equipo perfecto que en 2018 le llevó a conseguir su mayor éxito deportivo, una medalla de bronce en los Juegos de PyeongChang (Corea del Sur) en la modalidad de boardercross.
Pero ahora tiene un nuevo reto en la mente. En Pyha (Finlandia) competirá en eslalon (27 marzo) y boardercross (30), con el objetivo de redondear una temporada en la que ha logrado dos platas en pruebas de la Copa del Mundo de La Molina (España) y el oro de Big White (Canadá).
- Foto: Twitter @AstridFinaP
¿Cómo llega a este Mundial?
Estoy muy fuerte deportivamente. Ha sido una temporada muy dura y creo que llego muy bien. Otra cosa es que luego salga bien.
¿Por qué ha sido dura la pretemporada?
Empecé a entrenar en junio y desde septiembre llevo en nieve, que son muchos meses. También me han machacado en técnica, en entrenamientos en pista y en el gimnasio para llegar fuerte. Yo creo que ha sido la pretemporada más dura hasta ahora. Pero me noto mejor técnica y psicológicamente respecto a los Juegos de PyeongChang
¿Qué rutina de entrenamientos ha llevado?
Normalmente, de lunes a viernes he entrenado por la mañana en pistas, por la tarde en el gimnasio y luego lo he compaginado con la psicóloga deportiva y la fisioterapeuta. El fin de semana lo tenía libre pero, al vivir sola, el sábado hacía las cosas de casa y el domingo lo tenía para descansar. No he tenido vida social.
¿Conoce el circuito o las pistas del Mundial de Finlandia?
Conozco las pistas, pero no conozco el circuito. Estuvimos en noviembre en esa estación, pero no había nieve. Salía un circuito muy corto, de unos cuarenta y algo segundos, y este nuevo será de más de un minuto. Además como novedad vamos a salir de cuatro, que no lo habíamos hecho nunca, porque siempre se salía de dos. No sé si es bueno o malo.
Dice que está en un buen momento, pero ¿cómo ve a sus rivales?
La holandesa Bibian Mentel-Spee, que ganaba siempre, se retiró porque era más mayor y tenía cáncer y ha dejado paso libre a las que venimos detrás. El resto estamos entrenando mucho todas y ha subido el nivel.
¿Le ha cambiado mucho la vida tras la medalla en los Juegos?
Lo he notado económicamente por la beca ADOP, pero en mi vida diaria no. Sigue siendo una vida rutinaria y bastante solitaria porque la vida del deportista es así. Si quiero seguir progresando y cumpliendo objetivos es lo que hay que hacer.
¿Cómo recuerda ese momento de la medalla hace un año?
Fue mi gran momento deportivo. Pude demostrar el trabajo que habíamos hecho durante mucho tiempo y también tuve suerte, porque en esto de la nieve todos los factores cuentan y a la mínima se puede ir al carajo. Conseguí lo que todo deportista quiere.
¿Piensa en Pekín 2022?
Lo he pensado, pero me da un poco de vértigo. Queda mucho tiempo. He hablado con la psicóloga y me dice que me marque objetivos a corto plazo. De año en año.
Además ahora mismo, si se retiran Jon Santacana y Miguel Galindo, es la gran esperanza de España para la nieve.
Espero que en estos tres años que quedan salgan más deportistas. En snowboard hay gente, pero están empezando y no sé si podrán llegar a los Juegos. Se les ve con cualidades aunque es pronto para verlo, pero tienen muchas ganas.