«Es como hacer realidad ese sueño de entrar a la cueva»

M.G.Z.
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El libro de mi vida (11) | 'Descripción con planos de Atapuerca' es el título favorito de Isabel Torrientes, presidenta de la Asociación Cultural Amigos de Atapuerca

La propuesta lectora de Isabel Torrientes muestra el gran valor que ya tenía Atapuerca en el siglo XIX. - Foto: Alberto Rodrigo

Isabel Torrientes es la presidenta de la Asociación Cultural Amigos de Atapuerca, una entidad sin ánimo de lucro que tiene como principales objetivos promocionar y dinamizar actividades socioculturales para fomentar la convivencia así como divulgar la cultura y el patrimonio del pueblo de Atapuerca. Además, entre sus actividades destaca la representación histórica de la Batalla de Atapuerca.

Los yacimientos de las cuevas de Atapuerca fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 al ser considerados como un referente científico. Asimismo, Atapuerca se ha convertido en la gran pasión de Torrientes; una afición que le exige una ardua tarea de lectura, documentación y análisis. Así pues, su actividad lectora se enmarca dentro del ámbito del ocio y la documentación para tratar de resolver sus inquietudes y adquirir conocimientos. «Sobre todo uso la lectura para encontrar datos, me resulta muy gratificante aprender», menciona. De esta forma, Descripción con planos de la cueva llamada de Atapuerca (1868), de Pedro Sampallo y Mariano Zuaznavar es su título favorito.

La presidenta de la Asociación hace especial hincapié a la capacidad de anticipación de los autores del libro sobre el gran significado que supone el descubrimiento de este tesoro arqueológico en pleno siglo XIX. «Eran unos visionarios que ya supieron ver la importancia que tiene Atapuerca. Se consiguió poner en valor lo que era la cueva para que otros científicos se interesaran por ella. A lo mejor, si no se hubiera hecho esta publicación, hubiese tardado mucho más en llamar la atención del público», puntualiza. Igualmente, este supuesto le ha llevado a extraer una firme premisa que se extrapola al ámbito de la actividad investigadora como fuente de ampliación del conocimiento: «Muchas veces no somos conscientes de la importancia de lo que tenemos. Igual tratamos como de locos a los que de repente divulgan algo o están trabajando en un proyecto y, sin embargo, pasa el tiempo y se demuestra que eran unos visionarios».

Otra de las particularidades que más valora es el arduo trabajo de documentación e investigación que hay detrás de la obra para confeccionar cada una de sus páginas. Además, como su propio título indica, la composición presenta un fuerte carácter descriptivo que se apoya en las múltiples ilustraciones realizadas por Isidro Gil para ofrecer un resultado muy visual y cercano. «Veo el libro y me lo imagino. Leer el libro es como hacer realidad ese pequeño sueño de entrar a la cueva, de transportarme a ese lugar. Verlo en persona tiene que ser increíble», añade fascinada.

Por su parte, la breve extensión del libro hace que se convierta en una lectura dinámica a la que suele recurrir para hojear de vez en cuando y que recomienda a sus amigos y conocidos. «Es muy fácil de leer porque está muy bien descrito dónde estaba la cueva, qué ropa se aconsejaba llevar en aquella época, grabados y planos de las cuevas, imágenes, etc.», explica Torrientes.

Por último, la burgalesa comenta que se trata de un libro al que definiría como 'diccionario, emotivo y preciso' y del que hay un número reducido de ejemplares, hecho que le convierte en una pieza aún más especial: «La edición que tengo es de 1999 y se hicieron 3.000 ejemplares ese año».