Goran Huskic y el Hereda San Pablo se van a dar un tiempo. El conjunto burgalés llegó este miércoles a un acuerdo con el Bilbao Basket para que el pívot serbio se vaya cedido hasta el final de la temporada, ya que no estaba entrando en los planes de Joan Peñarroya en este inicio de curso.

El interior balcánico, que tiene dos años de contrato con el club castellano, estuvo a punto de marcharse definitivamente el pasado verano y, de hecho, la dirección deportiva planificó la campaña sin él, pero finalmente no encontró un destino que le interesara y regresó a Burgos.

En este comienzo de curso, apenas ha contado para Peñarroya. Se incorporó más tarde que el resto y todavía no ha alcanzado la versión que le llevó a ser el noveno mejor jugador de la Liga Endesa. No obstante, a medida que ha ido avanzando la temporada, dispuso de algunos minutos y dejó pinceladas de su calidad, pero parecía difícil que encontrara la regularidad que le hace falta para regresar a su nivel. De hecho, en la Final Eight de Atenas, se quedó fuera de todas las convocatorias y no es ningún secreto que no es del agrado de Peñarroya.

Así las cosas, tanto el club como el jugador han decidido separar sus caminos de forma momentánea. Huskic encontrará en Bilbao los minutos que buscaba y, además, podrá competir también la Basketball Champions League (BCL), mientras que el Hereda San Pablo deja una plaza libre para la posible llegada de un jugador nacional que complete la rotación para la BCL.