Planean abrir una biblioteca en el costurero de San Salvador

S.F.L.
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La Diputación aspira a recibir por segunda ocasión la ayuda de Fomento del 1,5% Cultural. La inversión del ambicioso proyecto asciende a 863.940 euros

La eliminación de los abetos deja al claustro neoclásico con mayor iluminación. - Foto: S.F.L.

A menos de un mes para que las obras de la última fase de restauración del monasterio de San Salvador de Oña lleguen a su fin, el diputado Ramiro Ibáñez avanza que la Diputación pretende «ubicar una biblioteca en el antiguo costurero del inmueble destinado a un uso público». Dicha actuación se incluye dentro del  nuevo proyecto que la administración provincial presentó a la convocatoria de la ayuda del 1,5% Cultural que el Ministerio de Fomento lanzo a principios de año, que asciende a 863.940 euros.

En caso de ser aprobada, permitirá además centrarse en la rehabilitación de las fachadas y cubiertas de la zona sur del cenobio, la reurbanización del jardín ubicado a la entrada del espacio desde la plaza Conde Sancho García y la colocación de una rampa a la altura del palomar para garantizar la accesibilidad a los jardines benedictinos sin necesidad que los turistas se vean obligados a dar toda la vuelta como hasta ahora.

A la espera de un desenlace definitivo, Laura García, arquitecta del Sajuma, declara que permanece en contacto con los arquitectos del Ministerio y la han transmitido «buenas vibraciones. Se que la valoración por parte de Fomento ya está ejecutada -con una buena puntuación- pero aún falta la de Cultura. Hasta que no unifiquen ambas calificaciones no sabremos si nos beneficiaremos de la ayuda», expresa.

Mientras el Gobierno toma tal decisión los trabajos de remodelación que actualmente se llevan a cabo en la abadía avanzan con éxito.  La empresa Valuarte, encargada de las labores, remata los últimos retoques. Pese a que deberían haber finalizado el 20 de octubre tras nueves meses de labores, la covid-19 y la exigencia de la obra lo impidieron, por lo que la compañía solicitó una prórroga hasta el 4 de diciembre que fue concedida sin complicación. Según la arquitecta, «los empleados han desarrollado un gran trabajo y los resultados son sorprendentes». Lo que la Diputación pretendía con tal obra era garantizar la accesibilidad en toda la ruta turística al claustro neoclásico y al patio de San Íñigo con el fin de unificarla con la actual visita que ofrece la parroquia oniense.

A pesar de que inicialmente dicho proyecto fue valorado en 400.000 euros, la administración provincial -propietaria del edificio- incluyó a última hora una actuación en las cubiertas y elevó el presupuesto de licitación en 100.000 euros. Sin embargo, con la adjudicación de Valuarte el total se redujo a 400.223 euros. De tal manera que, el Estado aportó 200.000 de ayuda vía 1,5% Cultural y la institución se encarga del resto. Así, la Diputación defiende estos trabajos y los que vayan surgiendo como una iniciativa que intenta «fomentar y difundir» la existencia del monasterio, su evolución y la importancia que representa en la historia de Castilla.

Asimismo, el avance de la pandemia ha provocado que la iglesia de San Salvador cierre sus puertas hasta nuevo aviso con el fin de garantizar la seguridad a los visitantes. Una medida que también ha adoptado la Catedral de Burgos.