Montoro le da un mordisco a la cuenta de Lacalle

Á.M.
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El exalcalde renuncia a las dietas municipales hasta el 10-N para no incurrir en incompatibilidad con la indemnización del Senado

Javier Lacalle, en su escaño de concejal del Ayuntamiento de Burgos. - Foto: Patricia

Las retribuciones de los políticos españoles siempre han sido objeto de debate. Tanto fue así que el gobierno de Mariano Rajoy decidió legislar para acotar las condiciones que se adquirían, en ocasiones de forma vitalicia, por haber ocupado ciertos cargos en la administración nacional. También se establecieron límites para evitar que hubiera cargos públicos embolsándose dos sueldos cada mes, de forma que la actual Ley Electoral hizo constar aquello de ‘una persona, un sueldo’. Pero el que legisla es el que reparte y siempre queda alguna vía de agua abierta.

Porque sí, está prohibido cobrar dos sueldos ‘políticos’, pero no lo está cobrar un sueldo en una administración y las dietas de otra. Es decir, se puede ser senador y concejal, percibir un salario de la Cámara Alta y cobrar las dietas establecidas por asistencia a las comisiones, plenos o consejos de administración de un ayuntamiento. En esa tesitura se encuentra el exalcalde Javier Lacalle, que fue elegido senador por Burgos en abril y que vuelve a ser candidato al Senado el próximo 10 de noviembre.

Lacalle, que como alcalde cobraba algo más de 70.000 euros brutos al año (salario que ha heredado Daniel de la Rosa, que se negó a implementar la subida de sueldo que proponía la oposición nada más empezar esta legislatura), percibía como senador 6.000 euros brutos mensuales. No él, sino casi todos los senadores del Reino. Si acaso, los hay que cobran más porque ejercen portavocías o presiden comisiones. Además tiene, como el resto, derecho a tablet o portátil, móvil, internet en casa pagado por el Senado y 3.000 euros anuales para taxis.

El Pleno del Senado se reunió exactamente una vez en toda la legislatura anterior, si bien es cierto que apenas ha durado cinco meses. Al disolverse, los senadores que no continúan en la Diputación Permanente de la Cámara Alta, caso de Lacalle, percibieron una ‘indemnización’ de 7.272 euros por los 47 días que faltaban entonces hasta la celebración de los próximos comicios. Esta circunstancia provocó que se abriera una campaña nacional en Change.org (si no curras, no cobras) pidiendo que no se desembolsaran esas cantidades. Obtuvo cientos de miles de firmas.

Sin embargo, el cobro de esa indemnización provocará que Lacalle no pueda percibir dieta alguna del Ayuntamiento desde la disolución de la Cámara Alta y hasta el próximo 11 de noviembre. Fue el propio concejal ‘popular’ el que se dirigió a la Tesorería municipal para pedir por escrito que no se le abonen dietas durante ese periodo, ya que si las cobrar conculcaría las reformas legales aprobadas por su colega Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda con Rajoy cuando se acotaron las condiciones pecuniarias de nuestros políticos.

En el mes de agosto, y como consecuencia de los vaivenes que provocaron reiteradas convocatorias de plenos, juntas de portavoces y comisiones, Lacalle percibió del Ayuntamiento más de 3.000 euros brutos en dietas, a lo que se sumó sus condiciones como senador por la provincia de Burgos.