Se registra un incremento de familias apuradas en Briviesca

S.F.L.
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Las nuevas restricciones ante la pandemia provocan de nuevo necesidades entre los vecinos

Se registra un incremento de familias apuradas en Briviesca

La pandemia del coronavirus tiene un impacto negativo en toda la sociedad en general, pero de forma más incisiva en la población más vulnerable económica y socialmente. En los momentos más complicados de la primera ola Cáritas llegó a atender a más de 40 familias de Briviesca, una cifra que llegó a duplicarse, ya que hasta entonces trabajaban con unas 20. Sin embargo, el avance del virus y las medidas adoptadas por Castilla y León han provocado que el número aumente de nuevo, sobrepasando las 35 unidades familiares que viven apuradas en estos momentos en la ciudad.

Trabajadores precarios sin opción de teletrabajo, Erte sin abonar, locales de hostelería cerrados sin fecha de regreso... Una situación que según Laura, la coordinadora de Cáritas que gestiona el trabajo en Briviesca, «empeorará porque todavía no hemos llegado al punto máximo de familias que vamos a atender y dentro de seis meses la cosa estará peor».

La organización desempeña junto a CEAS una labor importantísima en la capital burebana comprometida con los más necesitados y han llegado a un acuerdo con la Diputación para adelantar el dinero que la propia administración provincial otorga a través de ayudas a personas con bajos recursos. Por burocracia, la entidad tarda meses en abonar esas cuantías por lo que «Cáritas optó por adelantar  ese dinero y fraccionar las entregas», explica la voluntaria, que asegura que han llegado a sufragar facturas de consumo energético, alquileres de viviendas, medicinas e incluso billetes de autobús.

Todos aquellos que requieran de atención social son derivados en primer lugar al Centro de Acción Social de la capital burebana con el fin de que las trabajadores sociales estudien cada caso. Acudir a la acogida de los miembros de la organización los martes a las 11 de la mañana en la casa parroquial es el segundo paso a llevar. Es entonces cuando «conocemos realmente a la persona y consideramos como la podemos ayudar», manifiesta Laura. Existen dos opciones: recibir alimentos o cubrir los gastos de otras demandas. La entrega de bolsas de comida continúa celebrándose los miércoles a las 11.

ayuntamiento. Desde que el Consistorio briviescano aprobó la  ampliación de la partida presupuestaria destinada a ayudas de urgente necesidad, que aumentó hasta los 50.000 euros, 45 familias de la ciudad se han beneficiados de ella. Sin embargo, Casilda Martínez, concejala de Bienestar Social recuerda que «no se ha entregado ni la mitad de la cuantía destinada.  Cada unidad familiar recibe 500 euros y solo hemos repartido 22.500».

Algunas de las bases más estrictas a cumplir para optar a la ayuda se rebajaron con el fin de que el mayor número de vecinos pudiera beneficiarse de la prestación. «A la hora de la selección tenemos en cuenta la situación personal de cada candidato y será obligatorio que se encuentren empadronados con una antigüedad mínima de un año», reitera la edil, que añade que en un principio se barajó la posibilidad de entregar 1.000 euros a causas justificadas pero finalmente se aporta la «misma cantidad». 

«Los vecinos son muy generosos y tenemos una lonja llena de ropa»

Desde que Cáritas abrió su nueva tienda en Briviesca el pasado verano cantidad de familias adquieren su ropa allí a precios que oscilan entre 1 y 10 euros. «Los comienzos fueron algo duros porque muchas personas sentían recelo a entrar pero ahora tenemos una abundante clientela», aclara Marina García, voluntaria de la organización.

Con la llegada de la pandemia los briviescanos mostraron su solidaridad y donaron cantidades descomunales de prendas y complementos que guardan en una lonja esperando pasar el proceso de selección. «Hay tanta variedad de artículos que en dos horas podemos vender unos 50 o 60», añade.