Basurero jacobeo

A.G.
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La ciudad despide a los peregrinos con el punto más sucio de todo el tramo urbano del Camino de Santiago, que se encuentran en la calle Benito Pérez Galdós

Basurero jacobeo - Foto: Jesús J. Matías

Son las ocho y cuarto de la mañana y pequeños grupos de peregrinos de no más de tres personas emprenden con buen ánimo el último tramo urbano del Camino de Santiago en Burgos. Han pasado la noche en un albergue o en un hotel, según el planteamiento de cada quien, y como aún no cae el sol a plomo el ritmo es ágil y la zona universitaria, lo suficientemente atractiva y limpia como para echar un vistazo al Hospital del Rey o tomarse un café. La cosa se tuerce al tomar la calle Benito Pérez Galdós, en el Barrio del Pilar, que lleva todo el verano siendo por méritos propios el basurero de la Ruta Jacobea en la ciudad. Los tres contenedores del inicio de la calle se han convertido en un auténtico punto negro que provoca no solo una vista impropia de un área Patrimonio de la Humanidad sino casi un problema de salud pública.

Desde el pasado mes de junio todos los días aparecen allí escombros, muebles viejos, juguetes que han conocido mejores épocas, cristales rotos y bolsas de basura que, en vez de ir a su contenedor correspondiente, se quedan en el suelo. Y, o bien porque hay personas que las dejan abiertas o porque hacen de las suyas los no pocos gatos que pululan por la zona, el resultado es que amanecen rasgadas y con toda la porquería diseminada. Los peregrinos, a veces, tienen que hacer un rodeo porque no es inusual que  llegue hasta el propio Camino.

 

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