Los radares de Burgos son los que más multan en la región

F.L.D.
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Los diez más sancionadores detectaron el pasado año 54.335 infracciones de velocidad, 6.000 más que en 2018. La cabina del nudo Landa sigue entre las 40 de España que más denuncias tramita

El límite a la entrada a Burgos está en 100 kilómetros por hora. - Foto: Alberto Rodrigo

Medida de prevención o de recaudación. Ese es el eterno debate entre los conductores y la Dirección General de Tráfico sobre la utilidad de los radares que controlan la velocidad en las principales carreteras. Mientras que los primeros defienden que el único objetivo de estos detectores es ‘sacarle’ el dinero a los ciudadanos, la DGT asegura que con estas medidas no solo se ha conseguido reducir las muertes y los accidentes, sino que, además, en los últimos años existe una mayor concienciación y la circulación, por lo general, es mucho más calmada. Lo único que parece claro es que los cinemómetros cada año denuncian a más vehículos. Sin ir más lejos, en Burgos solo las diez cabinas más ‘multonas’ tramitaron el pasado año 6.000 más que en 2018, lo que supuso un aumento del 12,6%, según los datos de la DGT facilitados por la organización de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Los cajetines de la provincia son los que más sancionan de Castilla y León.
Los diez radares más ‘multones’ de Burgos, bien sean fijos o móviles, sumaron en 2019 54.335 denuncias. Solo Segovia (41.217) y León (27.769), se acercan a estas cifras. Según explica Raúl Galán, jefe provincial de Tráfico, la explicación entra dentro de la lógica, pues es el territorio de la región con más kilómetros de carreteras y con mayores intensidades de circulación. «No es una cuestión cualitativa, sino puramente cuantitativa», subraya. El cinemómetro que más infracciones detectó fue, una vez más, el del kilómetro 234 de la A-1, en el llamado nudo Landa, a la entrada de la capital.

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