El feliz error de Colón

M.H. (SPC)
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El descubridor pretendía dar con una nueva ruta hacia las Indias, pero se topó con un continente desconocido que con sus aportaciones cambió la dieta del mundo entero

El feliz error de Colón - Foto: Jonathan Tajes

A pesar de que en origen no llevaba tomate, hoy en día es imposible imaginar un gazpacho sin el que ahora es su ingrediente principal. Del mismo modo que no existirían las patatas a la riojana si no hubiera patatas. Y ¿qué sería de la típica parrilla argentina si las vacas no pastaran en el cono sur? La gastronomía de todo el planeta está marcada por diferentes intercambios y quizá el más importante de todos fue el propiciado por el hecho histórico que se ha conmemorado este miércoles 12 de octubre: el descubrimiento de América.

Más allá de las revisiones políticas (que no históricas) que se están realizando en los últimos tiempos, es innegable que el viaje de Cristóbal Colón facilitó un enriquecimiento general del mundo, por mucho que en su momento también se hicieran cosas mal. Y la alimentación fue quizá uno de los ámbitos más beneficiados por ese nuevo contacto. Las recetas típicas de cualquier país cuentan entre sus ingredientes con vegetales o carnes que son originarios de zonas del mundo que se encuentran a miles de kilómetros.

El intercambio entre Europa (que ya contaba con alimentos de fuera) y América fue intenso y a continuación se hace un repaso de algunos de los alimentos más importantes que enviamos hace ya siglos al otro lado del Atlántico y también de los que nos llegaron desde allí. Alimentos que cambiaron la forma de nutrirse, aliviaron hambrunas y conformaron la cultura gastronómica que tenemos hoy en día. Lógicamente, estas especies, tanto animales como vegetales, han sufrido procesos de selección y adaptación en sus nuevos medios, dando lugar a nuevas razas y variedades que poco tienen que ver con las originales.

El feliz error de ColónEl feliz error de Colón 

De acá para allá.

Quizá por la importancia que tuvieron en Europa, siempre se suele hace más hincapié en los alimentos que nos llegaron de América, pero el Viejo Continente también envió cultivos y animales desconocidos hasta ese momento al otro lado del océano.

- El ganado

Un ejemplo claro es la ganadería. De los animales que se crían actualmente de forma generalizada en todo o gran parte del mundo, el pavo es el único originario de América. Las vacas, los cerdos o las ovejas viajaron a ultramar en barcos españoles y ahora mismo al otro lado del Atlántico se encuentran algunos de los países que más carne producen y consumen, con Estados Unidos a la cabeza y otros como Brasil o Argentina en los que también se aprecia mucho este alimento. En su segundo viaje, en 1493, Colón ya llevó, aparte de caballos, ganado bovino.

- La caña de azúcar

Se dice que, como las vacas, esta planta originaria del sudeste asiático también llegó a América en el segundo viaje de Colón. Lo que es innegable es que la planta se adaptó extraordinariamente bien y algunos países americanos como Panamá, El Salvador, Cuba, Guatemala, Honduras o Brasil, por poner algunos ejemplos, se encuentran hoy en día entre los mayores productores de azúcar de caña del mundo.

- El trigo

El cereal más cultivado del planeta también llegó al Nuevo Continente durante los primeros años tras el descubrimiento. Hoy en día Estados Unidos cuenta con las mejores zonas del mundo para la producción de esta gramínea.

- La vid

En 1524, Hernán Cortés ya ordenaba plantar vides españolas a sus soldados. Con el tiempo esta planta se fue extendiendo por el continente, hacia el norte y hacia el sur, y hoy países como Argentina o Chile producen algunos de los vinos con más renombre del mundo, con permiso de los españoles.

 

De allá para acá.

A Europa llegaron decenas de alimentos procedentes de América y su influencia fue tanta que la que hoy conocemos como dieta mediterránea no sería la misma sin algunos de ellos. Aunque en ciertos casos tardaron décadas e incluso siglos en popularizarse, hoy en día no se entendería la gastronomía de muchos países sin determinados ingredientes de origen americano.

-La patata

Originario del altiplano andino, este tubérculo ya era un alimento esencial para los indígenas americanos cuando llegaron los españoles. Sin embargo, hasta el siglo XIX no nació en Europa un interés real por cultivarla de manera intensiva. Hasta tal punto cobró importancia desde entonces que, en Irlanda, la aparición del mildiú y la consiguiente pérdida de cosechas de patata provocó una emigración masiva a América huyendo de la hambruna provocada.

- El tomate

La pizza italiana o nuestro gazpacho son dos platos muy mediterráneos que no se entenderían sin esta hortaliza, considerada una fruta. Parece que la planta silvestre proviene de los Bajos Andes, aunque en México ya estaba domesticada antes de la llegada de los españoles. Los primeros tomates que llegaron a Europa eran amarillos (de ahí su nombre en italiano, pomodoro) y al principio solo se empleaba como planta ornamental. Hoy en día es la hortaliza más difundida en todo el mundo y la de mayor valor económico.

- El cacao

¿Qué sería del desayuno de millones de niños sin el cacao y de sus meriendas sin unas onzas de chocolate? Es otro de los regalos que nos hizo el continente americano. Parece ser que el comienzo de su cultivo se produjo en México, aunque hoy en día sigue creciendo de manera silvestre en áreas de la Amazonia. El mayor productor actualmente es Costa de Marfil.

- El tabaco

Las investigaciones sugieren que el origen de esta planta se encuentra entre Perú y Ecuador, en los Andes. En cualquier caso, hay evidencias de que los indígenas americanos ya lo cultivaban muchos siglos antes de que Cólon cruzara el Atlántico. Aunque su importancia económica es indudable, quizá sea la única planta traída a Europa que sería mejor no haber descubierto.