La distancia en línea recta entre la ciudad china de Wuhan y Burgos ronda los 10.000 kilómetros, 9.727 para ser exactos. Pese a estar prácticamente en la otra punta del mundo una capital de la otra, las consecuencias por la aparición del coronavirus en la primera se está haciendo notar en la segunda.No nos referimos a términos sanitarios, ya que únicamente se ha registrado un caso en España, sino más bien económicos, ya que son muchas las multinacionales y empresas con filiales, oficinas, fábricas de producción, clientes o acuerdos comerciales con compañías del país asiático las que están apuntando parones en su actividad, cancelaciones de visitas de trabajo o una ralentización en los proyectos puestos en marcha.
Grupo Antolín tiene, entre otras muchas radicadas en China, dos plantas en la citada Wuhan, una dedicada a la producción de techos y puertas para coches y otra de elevalunas.El estallido de la crisis sanitaria coincidió con la celebración del Año Nuevo chino, por lo que muchos de los empleados se encontraban de vacaciones. No obstante, una vez ha terminado el periodo festivo, que en muchos casos no contó con grandes eventos por precaución ante posibles contagios, la actividad ha tenido que volver a ponerse en marcha.
La reclusión de muchos ciudadanos en sus hogares, por orden del Gobierno, ha dado pie a que Antolín permita trabajar telemáticamente desde casa. Además, según indican fuentes de la compañía, «se ha recomendado a los empleados restringir al máximo los desplazamientos y viajes en China y desarrollado medidas de prevención en estos casos». Paralelamente a las indicaciones del Ejecutivo, la multinacional está desarrollando su propio plan de contingencia, analizando a diario la situación para garantizar «en todo momento» la salud de su plantilla.
Campofrío Frescos, división del grupo Sigma en Europa, tiene en el continente asiático, y especialmente en China, uno de sus mercados más potentes, ya que cada mes exportan hasta allí, desde los centros de producción españoles más de 3.500 toneladas de sus alimentos. El director general de Campofrio Frescos, Javier Dueñas, explica que en las últimas semanas se ha visto reducido su tránsito comercial debido al cierre de gran parte de los principales puertos del país y del consecuente bloqueo de contenedores, «aunque hemos conseguido mantener cierta actividad a través de otros que sí que se siguen abiertos al tráfico marítimo», apunta. Una gran empresa como Campofrío no puede quedarse parada y esperar, por lo que desde la dirección están en contacto directo y estrecho con los clientes chinos para poder restablecer «lo antes posible» la normalidad de los envíos.
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