Valladolid competirá con Burgos con un parque logístico

G. ARCE
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El proyecto industrial, que prevé una inversión de 150 millones de euros, se sostiene sobre la industria agroalimentaria y la intermodalidad que ofrece el corredor ferroviario atlántico

Plataforma de Logística Sanmival en Villalonquéjar, centro de recepción de mercancía originaria, principalmente, de China. - Foto: Valdivielso

La ubicación estratégica y las buenas comunicaciones son argumentos compartidos por las ciudades que compiten con Burgos por hacerse con el pastel de la logística en el norte peninsular. Si hasta ahora se miraba especialmente al desarrollo de Vitoria y Zaragoza, pronto el foco de atención será Valladolid con su parque logístico y agroalimentario, un proyecto que mete más urgencia si cabe a las obras de ampliación de la Aduana, a la colmatación de Villalonquéjar IV, al Parque Tecnológico y al desarrollo urbanístico del Centro de Actividades Económicas (CAE) de Villafría.

El Ayuntamiento de Valladolid ha puesto la marcha rápida en su nuevo proyecto industrial, 150 hectáreas destinadas a empresas logísticas y agroalimentarias en las que contempla una inversión inicial de 150 millones de euros. En su caso, son el corredor ferroviario atlántico (que también transcurre por Burgos) y la creación de una estación intermodal los grandes ejes de este proyecto, que busca en el desarrollo de la industria agroalimentaria un complemento a la hegemonía casi absoluta de la automoción en la ciudad del Pisuerga.

El proyecto, que recientemente ha sido presentado a la ministra de Industria, Reyes Maroto, y que optará a las ayudas europeas, cuenta con la Sociedad Valladolid Alta Velocidad para la construcción de la terminal de mercancías y, entre otras, busca fórmulas de colaboración con entidades como la Asociación de la Industria Agroalimentaria de Castilla y León (Vitartis), en la que están presentes las principales compañías burgalesas en este ámbito. La fórmula elegida para su desarrollo es la creación de un consorcio.

El parque logístico maneja un tráfico potencial de 164 trenes semanales  por sentido (6,5 millones de toneladas de mercancías) en el horizonte de 2040, cuando se espera que el despegue del ferrocarril de mercancías sea una realidad y supere en un 30% al tráfico actual.Los principales movimientos de mercancías desde y hasta Valladolid pasan por Burgos y se dirigen a los puertos de Valencia (15 trenes semanales por sentido previstos) y Barcelona.

Son los mismos destinos que ahora explota el Puerto Seco de Villafría, que incluye también la terminal marítima de Bilbao entre sus clientes y que tiene como principal escollo para ampliar actividad la habilitación del tren directo Burgos-Aranda-Madrid, la línea recta con el puerto de Algeciras, obra atascada desde hace años y que provoca que todo el tráfico ferroviario de mercancías pase indefectiblemente por Valladolid y, en un futuro próximo, por su nuevo parque logístico multimodal. 

Asimismo, también se advierte de la necesidad de desarrollar el transporte de contenedores refrigerados en el Puerto Seco, un servicio que también podría ofertar el parque logístico de Valladolid.

Consultoras. Mientras esto ocurre en Valladolid, la Sociedad de Promoción quiere contratar una consultora para que haga un diagnóstico de la situación logística de Burgos y busque las oportunidades que pueda tener la ciudad entre los grandes operadores. El concejal de Industria, Vicente Marañón, cree que la pandemia abre un nuevo escenario y «nuestra ubicación es excepcional». 

En concreto, el Ayuntamiento pedirá a la consultora que además de una visión global de la situación, profundice en aquellas actividades que capten la mercancía en movimiento de otros puntos de la geografía nacional e internacional, tanto graneles, alimentación, frío,  paquetería y comercio online. «Nos interesa el mix ferrocarril-camión y mejorar los accesos a los principales puertos (Bilbao, Valencia y Algeciras)».

Es importante, señala Marañón, determinar la necesidad de más suelo tras el desarrollo y la colmatación de Villalonquéjar y Villafría, aunque reconoce que no hay avances significativos ni con el CAE ni con la plataforma de servicios al transporte terrestre que se pensó en su día en Cortes, junto a la circunvalación de la ciudad.

Respecto al CAE, que ocupa 435 hectáreas de suelo municipal entre el aeropuerto y Castañares, se está pendiente de la contratación de un equipo redactor que prepare la necesaria modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para transformar el suelo rústico en urbanizable...

La ampliación de Villafría es más inmediata y, tras la adjudicación de las obras de urbanización en los próximos días, será una realidad en 2022. Villalonquéjar IVtodavía tiene capacidad para acoger, al menos, dos grandes plataformas logísticas de entre 40.000 y 50.000 metros cuadrados reagrupando parcelas, que se sumarían a los proyectos de DHLy la ingeniería Magna Industrial, que pueden superar en conjunto los 300 puestos de trabajo.

El director general de la Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, presente en el Consorcio de Villalonquéjar y en CTBurgos, asegura que el interés de empresas logísticas por instalarse en Villalonquéjar IVes aún alto, entre otras cosas, porque en las fases anteriores (la II y III) del polígono se primó más a la industria manufacturera y su empleo que a los almacenes de gestión de mercancías.

«Nos están pidiendo parcelas grandes y ubicaciones cercanas a los clientes pues en algunos casos son plataformas monoclientes», explica Barbero. Entre los pretendientes también ha habido plataformas vinculadas a las grandes y medianas superficies comerciales para cubrir sus necesidades a lo largo de la geografía nacional. Por ahora no han cuajado las operaciones.  

Barbero ya ha advertido al Ayuntamiento que hay que prever más suelo para el futuro y, añade, es evidente que el CAEofrece muchas posibilidades en el entramado urbano e industrial de Burgos. «La logística está cambiando, entre otros factores, porque a las empresas se les exigen unos criterios medioambientales que pasan por ubicaciones céntricas y bien comunicadas. Si no los atrae Burgos, lo harán otras ciudades».