Unos 500 enfermeros pidieron cita entre el 12 y el 18 de mayo para hacerse el test de anticuerpos que subvenciona el Colegio de Enfermería en Burgos y los primeros resultados revelan que el 11% de estos profesionales (55) tienen ahora una infección activa por el SARS-CoV-2 a pesar de la ausencia de síntomas y otro 3% (15) ha descubierto que ha adquirido inmunidad completa frente a esta cepa y que pasó la covid-19 sin enterarse. «Son datos significativos, pero hay que tomarlos con prudencia porque pueden hacerse la prueba hasta el día 29 y sabemos que casi 300 personas ya han pedido cita», dijo la presidenta, Esther Reyes.
El Colegio de Enfermería decidió ofrecer esta posibilidad a sus 2.600 colegiados a primeros de mayo, dos meses después del inicio de la pandemia en Burgos, «ante la falta de responsabilidad de nuestra administración sanitaria para la realización de pruebas diagnósticas de la covid-19 a los profesionales de enfermería». Unas palabras con las que aludían directamente a la reticencia de Sacyl a hacer pruebas fiables a todo el personal, para que pudieran incorporarse con garantías a su puesto de trabajo.
Para entonces, Sacyl llevaba un mes utilizando test rápidos de anticuerpos totales con el personal sanitario, en un intento de agilizar y ampliar la detección de infecciones con un abanico de pruebas más amplio que las ya famosas PCR; un tipo de análisis que, si bien es cierto que son muy fiables, tienen la desventaja de que requieren de un procesamiento laborioso en laboratorio para detectar la existencia del SARS-CoV-2 y, por lo tanto, una infección activa en el momento. Así, puede darse el caso de que una persona con resultado negativo en este análisis haya superado la enfermedad sin enterarse y siga con dudas sobre si está inmunizado o no. Y esto tampoco se resolvía con las pruebas rápidas que compraron el Gobierno y la Junta, porque solo detectan la presencia de anticuerpos en sangre, pero no el tipo y, por lo tanto, no se sabe si hay inmunidad parcial o completa. Esto último, de hecho, solo se puede saber con una prueba que diferencia entre anticuerpos IgM (los primeros que desarrolla el organismo para defenderse de una infección en curso) e IgG (los que prueban que la infección se ha superado).
Reyes declaró en su momento que habían llegado a un acuerdo con Quirón Prevención para hacer test diferenciados de anticuerpos y tranquilizar a los profesionales, tanto de la sanidad pública como de la privada. Cada profesional paga 20 euros y el Colegio asume el 70% restante. Una vez que todos los interesados se hagan la prueba, se sabrá lo invertido en ella.